Son 2 mil años ya que Jesús, hijo de Dios, caminó en la tierra y hoy tiene millones de seguidores en el mundo. Nunca quemó llantas, detuvo a soldados, motivó a sus seguidores a interrumpir los caminos o instó a derrocar al gobierno romano.

Indígenas evangélicos han leído la Biblia y conocen los mandamientos del maestro Jesús, quien en ninguna de sus enseñanzas indica que causemos la destrucción de un país. Dios protege a los más pobres y constantemente nos manda a atender sus necesidades, pero no en la forma errada que ciertos dirigentes indígenas lo están haciendo. En la Biblia Dios anima al trabajo honesto y llama a hacer todo lo que a nuestro alcance por el bien de las personas, proteger la propiedad privada. Señores dirigentes son tres seres humanos que han fallecido en el paro nacional. Sigan al Maestro de maestros con actos buenos dado que en sus enseñanzas sagradas ustedes fueron formados. (O)

Dino Fabricio Pilo-Pais Zambrano, ingeniero mecánico, Daule