Chao, playa. ¿Por qué tuvimos que llegar a esto? ¿Es difícil cumplir con las recomendaciones, reglas, ley del esfuerzo?, ¿por qué no somos capaces de cuidarnos y esperar estar vacunados y regresar a la vida normal? Dimos por sentado: “no me pasará nada”, olvidamos cómo muchos perdieron padre, madre, abuelitos, tíos, hermanos, amigos. Fuimos a fiestas, a reunirnos con amigos, comimos, hicimos muchas cosas. ¿Y ahora?, retrocedimos, tenemos que estar un mes con toque de queda, restricciones.
Amigos buscan tanques de oxígeno, pagan doble por medicamentos, lloran por una cama de una casa de salud, reciben pésames. No es culpa del amigo, vecino, Gobierno, murciélago, contagiarte con el virus cuando la culpa es de ti. Tenemos que aguantar, cumplir con el toque de queda, generar cambios con nuestras acciones y medidas. (O)
Jessica María Jara Escobar, 34 años, Salinas, Santa Elena