La movilidad en vehículos ligeros y autónomos, como patinetes, bicicletas u otros inventos eléctricos con batería, ha proliferado vertiginosamente por la ciudad, provocando el caos en el tráfico por calles y aceras. Estos vehículos, que parecen avanzar a mayor velocidad de la que lo hacen las personas o grupos responsables de su control, no parecen disponer todavía de un plan de tráfico avanzado, y así poder implantar las vías adecuadas por donde todos ellos puedan circular sin peligro hacia los viandantes, que, aun no teniendo culpa de nada, serán quienes sufran estas tardías inversiones que no llegan y que son tan necesarias. El otro día comprobé que estos no dudan en subirse por las aceras cuando lo precisan, con el riesgo tan alto de colisión hacia los transeúntes que circulan por el sitio correcto. (O)
Jesús Sánchez-Ajofrín, Albacete, España