Guayaquil, cuna de libertad, celebrará sus 489 años de fundación, el 25 de julio de 1535; y por este evento tan importante debemos recordar nuestras raíces y tradiciones.
Cómo olvidar las leyendas o historias que contaban nuestros abuelos, como la Dama Tapada, María Angula, el Tin Tin, para que los niños tengan miedo y hagan caso a la hora de comer o dormir; quedarán en nuestros recuerdos de siempre. Tampoco podemos pasar por alto los juegos de antaño, como las cogidas, las escondidas, el trompo y las bolichas, que nos mantenían distraídos en aquella época.
La Perla del Pacífico tiene este calificativo por ser un puerto principal para el comercio, que de a poco alcanzó fama entre adinerados y empresarios para importar y exportar todo tipo de productos.
Publicidad
Aún por sus calles podemos ver parte de su época antigua. Las primeras iglesias representan la historia católica de la urbe, como la iglesia Santo Domingo de Guzmán, ubicada en las faldas del cerro Santa Ana. También la historia se observa en sus mercados antiguos, como el del sur, que en la actualidad es el Palacio de Cristal, donde se vendían todos los productos de primera necesidad; allí llegaban familias enteras a comprar la comida para la semana.
Mi ciudad Guayaquil ha crecido en habitantes y extensiones de tierra, ciudadelas, centros comerciales, pero conserva la misma esencia de siempre, luchadora y aguerrida para toda circunstancia que se presente.
El festival Los Comelibros estará en el Malecón 2000 hasta el domingo 28 de julio
Es fundamental recordarles a las nuevas generaciones cómo empezó la ciudad para que muestren respeto, consideración y amor al lugar que los acoge y abriga. Guayaquil es un lugar comercial, turístico, cultural y de historia que debe ser conservado.
Publicidad
A nuestra bella Guayaquil se la debe celebrar siempre con trabajo, respeto, libertad de opinión, educación, ayuda social, progreso y prestigio para el bien común de propios y extraños. (O)
Juan González Freire, periodista, Guayaquil