De la calamitosa situación del IESS

Esta notable institución, el IESS, se encuentra soportando una situación calamitosa, por decir lo menos. Las críticas por sus defectos al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social son frecuentes, ya que los gobiernos no han respetado los fondos económicos que pertenecen a los afiliados y la deuda del Estado con la institución está en más de $ 8.000 millones, y se sigue acumulando cada mes sin existir una ruta clara de pago.

Ha habido rutina en la dirección general del IESS con expertos en ‘negociar’, poner funcionarios en hospitales, en compras con sobreprecios de medicinas e insumos que después caducan. El país exige un examen especial de los últimos diez años de administración gubernamental.

Para los afiliados no es secreto que la situación financiera del IESS es preocupante, y lo más peligroso es el seguro de pensiones, que pone en riesgo el pago de la jubilación a quienes ya la reciben y a quienes esperan recibirla. El número de jubilados crece y hay que tener en cuenta que las empresas van modernizándose, mejorando estructuras, actualizando su personal para alcanzar mejor atención. Hoy se habla de un nuevo Seguro Social, para lo cual se requeriría de una comisión de expertos en la materia y no de improvisación. En los nuevos estudios no se plantea la posibilidad de privatización, que no se aumente la edad mínima de jubilación, no se incremente el porcentaje de aporte, no se reduzcan los derechos a los jubilados ni a los que están por jubilarse.

Por otro lado, unos candidatos a elecciones populares prometen rigurosidad en el control del IESS, modernizar el servicio, revisar compras, manejo de los recursos, exclusividad para jubilados, mejorar el sistema de salud...; dicen que no permitirán que el Instituto sea la caja chica de los gobiernos. Esperamos cómo lo van a hacer, cuándo y con qué recursos. (O)

Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil