El ruido es un sonido desagradable en tono, timbre y duración, al igual que la música a alto volumen, catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como muy dañino para la salud y el medioambiente.
El Día Mundial contra el Ruido se celebra el último miércoles del mes de abril cada año. La OMS ha publicado una nueva norma internacional para la escucha segura en lugares y eventos de entretenimiento. La norma se aplica en sitios y actividades con música amplificada.
El uso de parlantes, el tráfico, la aviación, turismo, comercio, industria, fiestas, etc., son fuentes permanentes de ruidos de toda índole. Diversos lugares en Ecuador son agredidas e intoxicadas permanentemente por ruidos que superan largamente los 80 dB, a vista y paciencia de las autoridades.
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La campaña global contra el ruido se inició en 1996 con el aval de la OMS. Su objetivo es crear conciencia sobre los efectos nocivos del ruido, ya que tiene una incidencia negativa similar o mayor al de la polución atmosférica y contaminación de alimentos por metales pesados como el plomo sobre nuestra salud.
La única verdad es el silencio
Los sonidos no deben superar los 65 dB durante el día y 45 durante la noche. Con 80 dB el ruido es molestoso y si es permanente se transforma en dañino y peligroso. Con 100 o 110 dB que emite un parlante el sonido provoca tinnitus y dolor, siendo su límite de tolerancia de 20 minutos por día, en caso de ser permanente provoca daños irreversibles a la salud.
Las autoridades están en la obligación de proteger a la población contra este contaminante, a su vez la comunidad debe exigir la aplicación de leyes y reglamentos por parte de estas denunciando permanentemente a los ruidosos y fuentes de ruido para que sean sancionados de acuerdo con la ley. (O)
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Francisco Plaza Bohórquez, analista de temas y políticas de salud, Guayaquil