¿El seguro más barato es el mejor? Muchas personas que toman seguros para proteger sus negocios, comercios, factorías y bienes personales no se hacen esta pregunta antes de tomar una decisión de con cuál compañía asegurarse, y esto no es una suposición, es un hecho.

La calentura no está en las sábanas

Veamos qué piensa al menos el 70 % de ellos. Lo primero que piensan es tener un abanico de al menos tres o cuatro propuestas para ver sus costos y comparar sus coberturas, luego ven los deducibles, y paso siguiente con su asesor en frente le ordenan: “Nos vamos por la más económica”. Muchos de ustedes, lectores, dirán que tomó la decisión acertada, y no es así. Al momento el mercado asegurador, tanto los de salud, de vida y de propiedades, ha entrado en una especie de estado de canibalismo; todo el mundo quiere ser bróker, y todos ellos a la hora de ganar una comisión indican que su compañía de seguros “cubre todo”, lo cual es una mentira.

La decisión acertada sobre una compañía de seguros tampoco está en el ranking de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS) como la que más prima tiene, recordemos que Seguros Sucre fue la que más facturó en su momento y no necesariamente era la compañía ideal para poner a proteger sus activos, los cargos en esa empresa eran políticos y consecuentemente podrían existir cambios de un momento a otro en la dirección de la empresa, tampoco está situada en la que más siniestros paga, esto solo indicaría que tienen un departamento de suscripción de riesgos bastante pobre para identificar las probabilidades de ocurrencia de un reclamo y, al contrario, puede ser un foco rojo que se prende por apetitos de primas nuevas para tapar huecos de ejercicios anteriores.

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El caso B. Y. Insurance Brokers

Mi opinión profesional, luego de años de ejercicio, es que la mejor empresa es la que tiene el mejor respaldo en sus cifras de reaseguro, la que tiene menos cuentas por cobrar, que indica que el dinero está en casa y no afuera, la que tiene menos deudas que atender, lo que sería un indicador similar al anterior. Dicho esto no esperemos que la mejor compañía sea la número uno en primas o siniestros; qué tal si miramos el patrimonio de la empresa y revisamos sus reservas e inversiones tanto obligatorias como potestativas, y lo más importante, la seriedad y trayectoria de quienes manejan la empresa, entonces estaremos frente a lo acertado.

Si un asesor de seguros no cuenta con estas herramientas, estás listo a cometer un error que será visible a la hora de liquidar un siniestro mayor y por ende puede causar daño a tus finanzas, es hora de escoger a gente con trayectoria, experiencia y seriedad, tanto en las aseguradoras como en los intermediarios, algunos venden pólizas, otros promesas que no se cumplirán. ¡Tengan cuidado! Antes de concluir, una leyenda urbana sobre los seguros: un dueño de una planta se jactaba siempre en sus reuniones con amigos de que él no creía en los seguros, que eran muy caros y por ende prescindía de tomarlos. El día que su negocio sucumbió en un gran incendio de su ciudad, uno de sus amigos le dijo textualmente: “El seguro que no se toma es el más caro” (porque pagas todo el siniestro), y en agregado yo sostengo que la cama más cara no es la de un hotel de lujo en Dubái, es la de la unidad de cuidados intensivos en cualquier hospital, donde sin dudas está un ser querido. (O)

Falcones Alcívar Jorge Benigno, médico jubilado, Guayaquil