La voz de la maestra se eleva diáfana y llega con un saludo fraterno a sus alumnos regando conocimientos, consejos, valores a los educandos para que busquen la luz de la sabiduría en las ciencias del aprendizaje y el deber de llegar a ser en el futuro, profesionales.
Es evidente que la mujer ha conquistado roles dignos no solo en la docencia, sino en todos los campos humanos.
La maestra, la periodista, la abogada, la doctora, la transportista, la comerciante, la empresaria, la artesana, científica, la ingeniera, la técnica, la funcionaria, la astronauta, la empleada doméstica, la ama de casa, la arquitecta, la tecnológica, la literata, la artista, la agricultora, la jefa de Estado, la madre, la trabajadora... Mujer, con plena conciencia de los deberes sociales, que afronta cualquier problema por complicado que sea, dando su aporte a la patria, a la civilización y a la moral, haciendo vivir plenamente sus valores éticos, intelectuales, cívicos, morales...
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Hoy, que marcha a la vanguardia de sagrados ideales, a la mujer le doy un cálido homenaje universal, en vísperas del Día Internacional de la Mujer, que se conmemorará mañana, 8 de marzo.
Va la voz de admiración, de simpatía, de respeto a la mujer que solícita se entrega a todos los suyos, en su patria, su sociedad, y su familia; con su ternura, su plena conciencia del humanismo, de sus deberes y derechos, imprimiendo nuevos valores lógicos y principios, como aporte eficaz a su país y al mundo.
A la mujer que con sus manos, mente, sapiencia, amor, sacrificio..., es un ejemplo de paz, solidaridad, trabajo, responsabilidad, unidad, justicia, trabajo, fe, esperanza, caridad, generosidad...; y su alma es un santuario que se hunde en bellos sentimientos, coraje, valentía, tesón, vigor, lucha, etc., contra la injusticia, el abuso, la corrupción y orienta con su actitud y conducta a obrar bien. (O)
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Urbano Esneyder Castro Salvatierra, docente, Jipijapa, Manabí