El origen de la lengua española se remonta al siglo III después de Cristo. Es resultado de la mixtura de muchas lenguas y dialectos de antiguos pueblos prerrománicos y posrománicos. Al transcurrir el tiempo se consolidó un idioma en la región Castilla, de allí el nombre de castellano, se expandió por toda España con las conquistas internas comportando el léxico de cada pueblo invasor o sometido, tal es el caso del pueblo árabe cuya permanencia en España fue de 700 años y dejó cerca de 4.000 vocablos al idioma español.

América no fue la excepción, las costumbres, la religión y el idioma fueron impuestas mediante la conquista y colonización, por tanto el castellano fue influido por los dialectos aimara, náhuatl, guaraní, chibcha, mapudungun, taíno, maya y quechua; que hicieron también contribuciones al léxico del idioma en sus zonas de influencia y en algunos casos en el léxico global. Por gestión de los reyes católicos, entre ellos Alfonso X, El sabio, se convirtió en idioma oficial y tradujeron muchos libros a esta lengua. En el siglo de oro español logró máximo esplendor con Antonio de Nedrija, quien publicó la primera Gramática castellana, y Miguel de Cervantes con su obra Don Quijote de la Mancha, entre otros grandes escritores y poetas. En América Latina ha dado grandes generaciones de poetas y escritores. Es la tercera lengua más hablada en el mundo después del inglés y el mandarín, y la más rica en lexicoléxico, ya que para la denominación de un signo lingüístico hay varios significantes y significados, de allí las múltiples representaciones mentales en torno a un objeto o ser, sin dejar de lado las marcas dialectales que cada grupo, región o país atribuye a las cosa mediante el habla. Hay 45O millones de hispanohablantes. Ayer fue el Día del Idioma Español. (O)

Rosa Victoria García Ronquillo, docente de Lenguaje, Guayaquil