El papa ha muerto se anunció por parte del camarlengo el pasado lunes, 21 de abril, y con ese anuncio el mundo se volcó a rendir un homenaje póstumo a quien en vida invitó a la misericordia, a tender puentes en lugar de levantar muros, a ser influencers de Dios, etc. Fue muy cercano, sencillo, humilde, sensible a los grandes problemas que acucian a la sociedad actual, no permaneció indiferente a ningún sufrimiento humano y planetario.
Por todo ello estoy seguro que puede atribuírsele el apelativo de magno, es decir, el grande, justamente porque se hizo pequeño, cumpliéndose de esta manera una vez más lo que nos dice el Evangelio, el que se humilla será ensalzado.
El papa Francisco y la economía
Fue impresionante su despedida, se calcula que 250.000 personas se acercaron a su féretro para darle el último adiós el sábado 26, más allá de los números fue la calidad humana que movilizó a creyentes y no creyentes despedir a su querido papa Francisco, quien hizo presente el rostro humano de Dios en la Tierra en estos 12 años de servicio. Que podamos emular su cercanía con todos. Hasta pronto, Francisco. (O)
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Cristhiam Carpio Castro, Guayaquil