El abandono total a la parroquia de Puerto Bolívar por parte de las autoridades que tienen que ver con la seguridad y la construcción de obras municipales que se encuentran en completo olvido y que había sido prometida su terminación en julio de 2024. Por lo mencionado en este momento me permitiré convertirme en la voz de los que nunca son escuchados: la población porteña.

Manglaralto: puerto de ayer

Señor alcalde, concejales, señor gobernador, señor prefecto, señores asambleístas, autoridades militares y policiales, alguien tiene que tomar la iniciativa de llamar a una gran asamblea con la presencia del Gobierno parroquial y la Junta Cívica de Puerto Bolívar para analizar y darles solución a los graves problemas que atraviesa la ciudad, que se encuentra en terapia intensiva. Les recuerdo que la Constitución de la República señala que el poder radica en el pueblo. En el artículo 310 del Código Orgánico de Organización Territorial Autónomo de Centralización y Descentralización indica la revocatoria del mandato para todas las autoridades de elección popular por las promesas de obras incumplidas. No debemos llegar a ese momento porque el tiempo apremia. Esta gran asamblea, si actúa con responsabilidad y amor dentro del marco de la ley y la justicia, podrá devolver a Puerto Bolívar lo que siempre fue: población de paz, trabajo y turismo.

Exijamos seguridad y justicia real

Recordemos cuando en el régimen de educación en la Sierra salían de vacaciones los estudiantes y llegaban a Puerto Bolívar con sus padres y demás familiares porque es la conexión para ir a las playas de Jambelí, antes o después de ir a las playas saboreaban los mejores cebiches del mundo; este asunto generaba plazas de trabajo, por ahora los negocios están perdiendo, en su mayoría, cientos de puestos de trabajo. Autoridades, ustedes tienen las herramientas y el poder para enterrar el presente y proyectarnos al futuro.

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Tengo 90 años de edad y estoy listo a colaborar en el puesto que me designen para buscar la medicina que permita devolver la vida a nuestro querido Puerto Bolívar. (O)

Juan José Arreaga Pazmiño, Machala