Los ciudadanos nos preguntamos: ¿acaso el CNE examina el impacto, oportunidades y desafíos que presenta la inteligencia artificial (IA) en la democracia? A pesar de que esta es una tecnología que está transformando rápidamente muchos aspectos de la humanidad (incluidas las democracias), el CNE poco o nada informa a sus mandantes sobre este tema y cómo afectará esta a nuestra democracia.

Casi $ 6 millones, como presupuesto austero, se estiman para organizar las elecciones de dos vocales al Consejo Directivo del IESS

La IA y el aprendizaje automático pueden mejorar la toma de decisiones y la eficiencia en la gestión gubernamental, pero también surgirán nuevos desafíos en áreas como la protección de datos, seguridad cibernética y la regulación de la tecnología que amenazará la privacidad, libertad de expresión y hasta la forma como concebimos las campañas electorales y en general la democracia.

En el futuro, la tecnología seguirá desempeñando un papel crucial en la vida de la humanidad y, por supuesto, en las democracias. Los avances tecnológicos de la IA, el Internet de las cosas y la tecnología blockchain deberían tener un impacto significativo en nuestra democracia. Por eso es necesario que el CNE nos informe de la forma en que enfrenta y enfrentará estos grandes retos en términos de la precampaña y campañas electorales, participación ciudadana, transparencia y rendición de cuentas.

Publicidad

CNE: desafíos para lograr una democracia

El CNE debe asumir un rol proactivo en la evaluación y regulación de la IA en el contexto democrático, para asegurar que esta tecnología se utilice para fortalecer, y no socavar, la democracia, incluyendo desarrollo de marcos éticos, regulaciones claras, transparencia, rendición de cuentas, protección de derechos ciudadanos, etc.

Es crucial que el CNE actúe con determinación para enfrentar los nuevos desafíos y oportunidades que plantea la tecnología. (O)

Raúl Ernesto Santamaría Salazar, abogado y magíster en Telecomunicaciones, Guayaquil