De visita en mi pueblo me encontré con un amigo quien ya es un profesor jubilado, y conversando me explicó el trato que reciben los maestros jubilados de nuestro país. Él me explicó que se jubiló en el 2019 y que la liquidación, que son alrededor de 53.100 dólares, aún no la recibe, también me comentó que cuando reciba la liquidación, no será en efectivo, sino en bonos del Estado. Mi amigo necesita disponer de su dinero porque tiene necesidades urgentes que cubrir, tales como el cuidado de su salud.
‘Para ayer’ reforma de jubilaciones (2)
¿Cómo es posible que a las personas que han dado su esfuerzo, su dedicación y gran parte de su vida, para formar a niños y jóvenes, los cuales serán el futuro de la patria, se los termine tratando de esta manera? Si además le agregamos a esta situación que los sueldos que perciben no son nada atractivos y si retrocedemos en el tiempo, cuando se quitó la ley de escalafón y puso a todos los profesores en las mismas circunstancias, ya sea con uno o con 30 años de experiencia, a la hora de percibir salarios, y decretó que la jornada de un profesor debe ser de 8 horas diarias en la institución, es decir como cualquier burócrata, solo que hay un detalle que se le pasó por alto, y es que los profesores no son cualquier burócrata, los profesores también trabajan en sus casa horas cada día preparando el material y sus clases para el siguiente día. Eso fue un atropello para los maestros, y qué decir de las vacaciones, que también se redujeron.
Carta al presidente Noboa: ¿Y los derechos de los adultos mayores?
El Estado, el cual debe cuidar a sus ciudadanos, resulta que no lo hace, no vela por el cuidado. Una profesión de entrega y esfuerzo, como es el ser un buen profesor, resulta que tiene como recompensa ser maltratado por el propio Estado. Esto es realmente una vergüenza. Ojalá que esto cambie y por justicia y derecho se les dé el respeto y el trato que merecen los maestros ecuatorianos. (O)
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Pedro Javier Triviño Rodríguez, biólogo, Barcelona, España
