Ya han pasado tres meses de ese fatídico sábado 25 de enero de 2025, del accidente de mi hijo José Luis, día en que como familia nos preparábamos a celebrar nuestro aniversario, 27 años de casados, pero el destino nos tenía preparada otra prueba como familia. Alrededor de las 05:10, un desadaptado irresponsable atropelló a José Luis, que iba en su bicicleta de ruta en camino al encuentro con su grupo de entrenamiento, lo embistió, lo arrolló y lo dejó tirado en la calzada, sin ninguna ayuda o socorro, y se dio a la fuga. Gracias a sus amigos del ciclismo y otros ciudadanos en carro, le dieron los primeros auxilios y llamaron a la ambulancia.
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Mi hijo quedó con fracturas en la columna y la pierna derecha se desencajó de la base pélvica, se encuentra en una situación muy delicada. Se encontraba ingresado en cuidados intensivos hasta que reaccionó. Una semana acudiendo al hospital por mi hijo me permitió conocer la empatía de mucha gente, amigos de mi hijo, de la natación, del karate, del ciclismo, de la maratón, del trabajo de él, del colegio y de la escuela, y amigos de nuestra familia y familiares que con sus oraciones y apoyo nos dieron fuerzas para seguir adelante. Es duro ver cómo la vida de un hijo de 22 años, deportista, recién graduado en la Universidad Católica como administrador de Empresas, se destruye, pero Dios es grande y Todopoderoso, como familia nos mantuvimos unidos en oración por la recuperación de José Luis; ya han pasado tres meses del accidente y a nuestro campeón le han dado el alta médica por medio del traumatólogo. Gracias a los cuidados y su fuerza de salir adelante, las terapias y su determinación de recuperación le permitieron ponerse de pie y caminar nuevamente de a poco y comenzar su recuperación.
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Por su mejoría, él ya está reincorporado a su trabajo y de a poco retomará plenamente sus actividades, pero con los debidos cuidados e indicaciones del médico. Seguiremos con la demanda del infractor cobarde causante del accidente, con la plena convicción de que, si Dios está con nosotros, quién contra nosotros. (O)
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Jorge Humberto Bruno Flores, arquitecto, Guayaquil