Escribo esta misiva porque considero necesario despejar dudas e inquietudes respecto a la interrogante que se ha venido formulando de que si nacemos con habilidades y dones o conseguimos estos atributos durante el desarrollo de nuestra existencia.
Definitivamente nadie nace con ningún destino, si bien es cierto que hay predisposiciones genéticas no quiere decir que venimos al mundo con privilegios para desempeñar tal o cual función o profesión.
La inteligencia es la facultad o aptitud para entender y resolver los problemas. Es la capacidad general del individuo para ajustar conscientemente su pensamiento a nuevas exigencias. Constituye la habilidad para alcanzar y reunir experiencias y la forma en las que pueden ser aplicadas. La calidad de vida y el equilibrio constituyen factores fundamentales para el desarrollo de la inteligencia.
Publicidad
La inteligencia proviene de dos fuentes, herencia y ambiente, la cual guarda relación con la personalidad y el comportamiento.
Dentro de la capacidad intelectiva están también las técnicas que permiten desarrollar nuestras facultades, que en muchas personas pueden estar inactivas o adormecidas por la falta de estimulación e irrigación sanguínea; nuestra capacidad cerebral e intelectual no tiene límites, de nosotros depende ser más inteligentes y creativos.
Esta facultad no es totalmente hereditaria, es incuestionable que hay una influencia genética en la capacidad mental del individuo, pero existen también para este desarrollo intelectivo otros factores, por ejemplo, la técnica de saber irrigar bien el cerebro mediante el ejercicio de sostener la respiración por medio minuto cada media hora después de haber expulsado todo el aire de los pulmones. Las arterias llamadas carótidas llevan sangre oxigenada (vehículo de vida y nutrición) al cerebro; las venas yugulares transportan la sangre utilizada del cerebro al corazón para recircularlas. Sin las carótidas el cerebro se vería desprovisto de sangre, oxígeno y alimentos. El proceso que permite a las carótidas trabajar con todas las personas para mejorar el estado físico del cerebro es la siguiente: las válvulas de estas arterias se dilatan para dejar pasar más sangre cuando el contenido de dióxido de carbono (C02) en la corriente sanguínea aumenta. El ejercicio mencionado logra aumentar el anhídrido carbónico en la corriente sanguínea. Esta cantidad de anhídrido carbónico induce a las válvulas de las carótidas a dilatarse, dejando pasar más oxígeno y energía nutritiva a través del cerebro. Al practicar esta técnica continuamente se consigue que las válvulas dilatadas activen la red capilar de nuestro cerebro y a su vez provoquen un mayor desarrollo de la misma. Otra forma de enviar más oxígeno al cerebro es nadar y bucear, mientras más tiempo permanezcamos bajo el agua estaremos aumentando nuestras habilidades mentales.
Publicidad
También mejora nuestro intelecto jugar ajedrez, caminar, respirar profundo o escuchar buena música. Debemos siempre estar activos.
¿A qué edad debo darle a mi hijo un celular?
Otra interesante forma de mantener bien nuestro estado de salud mental es practicar la técnica de la meditación trascendental, que no tiene nada que ver con religión alguna ni sistema de vida en particular. Esta es extremadamente natural, llega a calmar la mente y se alcanza un estado de silencio sumamente profundo. Esta ayuda a mejorar la memoria, la creatividad y permite tener mayor rapidez para resolver problemas y un descanso profundo; desarrolla los sentidos, ayuda a reducir el nerviosismo y mejora la coordinación entre la mente y el cuerpo.
Publicidad
Si todas las personas inteligentes en este planeta aportaran con su capacidad en bienestar de los demás otro sería el cantar, porque hay gente muy inteligente que se vale de su talento para hacer el mal y esas son las consecuencias de la destrucción de la humanidad. (O)
José Franco Castillo Celi, psicólogo y médico naturista, Guayaquil