Es increíble la proliferación de partidos y movimientos políticos que se han presentado para la presidencia en un país en la que se debate la pobreza, la miseria, el terrorismo, la narcojusticia, las extorsiones los vandalismos que azotan al país entero. En más de diez provincias existen estas bandas criminales que lastiman a nuestro pueblo, sin que haya una solución a pesar de los esfuerzos del presidente Noboa que sacó a todos los agentes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, pero -sin embargo- sigue este tormento. Autoridades del Gobierno y ministros dicen todos los días que se está mermando la delincuencia organizada, no es posible que le mientan al país entero diciendo que ha bajado la criminalidad.

Candidaturas: vanidad y ego

Esta dispersión de grupos electorales confunde a la ciudadanía que no sabe por quién votar, porque todos ofrecen lo mismo y al final seguimos igual.

La biometría en los procesos electorales

Las bandas delincuenciales están reclutando a jóvenes y niños para engrosar sus filas, mientras sus familias ya no saben qué hacer, porque el vicio de la droga es casi incurable y para conseguirla cometen sus fechorías.

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Primarias: sin alianzas, ni favoritos

El Consejo Nacional Electoral (CNE) debe tomar cartas en el asunto, porque no es posible que en un país empobrecido como Ecuador tengamos que darles dinero a los 17 binomios presidenciales (hasta el momento), mientras que el ecuatoriano promedio no cuente con dinero suficiente para sobrevivir. Me pregunto: ¿para qué?, simplemente para figurar como candidatos presidenciales en sus hojas de vida, porque perfectamente saben que no van a ganar y así tienen a su haber de que han sido candidatos a dicha dignidad. Por otro lado, en el CNE ya debería de haber salido la presidenta Atamain y sus vocales, ya es hora de que se cambie este tribunal, que es muy importante porque ellos son los que determinan cuál de los candidatos ha ganado, claro está, tras el conteo de votos de las elecciones. (O)

Luis Mario Contreras Morales, Quito