Hoy quiero como un ciudadano más dirigirme al candidato ganador que resultó como presidente electo, y decirle que cuando ya esté en el poder jamás deje posar en su mente la idea de que el Ecuador le ha firmado un cheque en blanco. ¡No, señor!

Como pueblo ya estamos decepcionados, escépticos, hastiados, de los que buscan imponernos su forma de pensar, sus excentricidades y narcisismos. Ecuador ya no lo permitirá, nuestros jóvenes nacieron vacunados contra la manipulación política, contra la demagogia, contra el “yo te ofrezco, busca quien te dé”. Esos anticuerpos los heredaron de quienes sufrimos atropellos, vimos muertes misteriosas y dictaduras que nos impidieron estudiar, expresar, progresar; además, pagamos el enriquecimiento ilícito de aquellos angurrientos que pueden comer mientras ven morir de hambre a otros.

Señor candidato ganador, a usted no le estamos firmando un cheque en blanco. Usted ha terciado para servir, para ser útil, para interpretar y hacer realidad los anhelos de todo un pueblo, no para imponer los suyos. No le pedimos nada, le exigimos que gobierne bien y para todos, con entrega y patriotismo. Ecuador ya no es tierra de nadie, es el país de millones de habitantes que lo amamos de verdad. No permitiremos un atropello más ni un experimento más. Ya entendimos que las etiquetas de derecha o izquierda son meros símbolos de contienda que solo nos polarizan. ¡El Ecuador es uno, y punto! No necesitamos rechazarnos unos a otros. Necesitamos unirnos para que nosotros y nuestras descendencias disfrutemos del maravilloso país que Dios no ha dado... Ya sabemos que solo nuestro esfuerzo, trabajo, sacrificio y tesón nos sacarán adelante... Los ecuatorianos somos pacíficos, pacientes, nobles, pero no tontos. Hemos soportado estoicamente la delincuencia política que introdujo la corrupción en nuestro pueblo y como consecuencia tenemos la peor crisis moral, política y económica, pero eso ¡no va más! ¡Llegamos al tope!.. ¡Nunca más un cheque en blanco! (O)

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Ramiro Montalvo Malo, arquitecto, Guayaquil