Se ha comprobado que el ajedrez es una de las mejores herramientas pedagógicas con que cuenta la educación. Esta actividad desarrolla todas las habilidades cognitivas, en los niños y jóvenes, como el pensamiento autocrítico y flexible, control del impulso, empatía, creatividad y valores morales.
En los últimos años, se viene haciendo énfasis en la necesidad de una educación de calidad, donde se fortalezcan aprendizajes que lleven a construir conocimientos, al desarrollo de habilidades y destrezas útiles para la vida. Para ello, se hace necesario hacer uso de estrategias o recursos que lleven al estudiante a resolver problemas, elaborar propuestas y buscar soluciones en cualquier contexto en el que se desenvuelva.
La educación es la base del emprendimiento y la innovación, nuestro deber es ayudar a mejorarla, utilizando el ajedrez. Esta actividad es el espacio perfecto para que todos los niños y jóvenes, independientemente de su género, etnia, razón social, desarrollen al máximo sus capacidades y tengan el máximo de oportunidades, y así construyan su proyecto de vida con valores, para hacer un Ecuador justo, solidario, humano, sostenible e inclusivo.
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Es hora de que el ajedrez forme parte de la educación nacional y de que los gobernantes tomen cartas en el asunto y se interesen en mejorarla. Hoy en día la inclusión del ajedrez en las escuelas y colegios se ha extendido en todo el mundo, no en vano la Unesco recomendó oficialmente en 1995 a todos sus países miembros la incorporación del ajedrez tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria. (O)
Johnny Granda Morán, entrenador de ajedrez, Guayaquil
