Desde que tengo uso de razón se ha cuestionado la calidad del servicio en todo tipo de negocios, sean estos pequeños, medianos o grandes, no se ha reparado en analizar a fondo lo que es servir y lo que es un buen servicio.

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En Guayaquil al menos, todo el mundo instala un negocio sin antes estar preparado para servir. Muy pocos empresarios y emprendedores se han capacitado para ello y de ahí la insatisfacción del cliente al recibir el servicio. Cuando comprendamos que servir significa hacer algo por el prójimo sin esperar nada a cambio, cuando aprendamos que el servicio no es otra cosa que el conjunto de actividades que se realizan para satisfacer las necesidades del cliente, entonces estaremos preparados para abrir una tienda, almacén, consultorio médico, peluquería, restaurante y un sin número de etcéteras.

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De ahí mi sugerencia para ellos, primero lo primero, es decir, primero la capacitación y luego brindar el servicio. Por ejemplo, hoy en día, la mayoría de los conductores de buses todavía conducen con mentalidad sin modales: no saludan, tienen el volumen alto de las radios, pitan sin sentido, se encuentran mal vestidos, sus unidades están desaseadas, entre otros problemas. Sigo creyendo fervientemente que el día que reciban una verdadera capacitación de por lo menos seis meses en servicio y luego practiquen a diario lo aprendido, se podrá mejorar este servicio y la seguridad vial en las calles del país. (O)

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Luis Alberto Hurtado Riera, Guayaquil