El 22 de mayo de 2017 se emitió por parte de la ministra del Trabajo de entonces, y exasambleísta, el Acuerdo Ministerial n.º MDT2017–0094, negando el derecho a recibir el pago de la compensación por jubilación a los servidores públicos, en el caso de los jubilados del Ministerio de Educación, quienes reunían los requisitos establecidos en las leyes de la seguridad social para la jubilación.

Este derecho de pago del incentivo jubilar está contemplado en la vigesimoprimera disposición transitoria de la Constitución de la República del Ecuador, que determina: “El Estado estimulará la jubilación de las y los docentes del sector público, mediante el pago de una compensación variable que relacione edad y años de servicio…”; como también la Ley Orgánica de Servicio Público (Losep) en el artículo 129 de ‘Beneficio por jubilación’ establece: “Las y los servidoras o servidores, de las entidades y organismos contemplados en el artículo 3 de esta ley, que se acojan a los beneficios de la jubilación, tendrán derecho a recibir por una sola vez cinco salarios básicos unificados del trabajador privado, por cada año de servicio contados a partir del quinto año y hasta un monto máximo de ciento cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado en total…”.

El Acuerdo Ministerial n.º MDT–2017–0094 emitido por ese entonces por el Ministerio del Trabajo, estuvo vigente hasta el 30 de agosto de 2018 cuando este fue derogado y se promulgó el Acuerdo Ministerial n.º MDT–2018–0185 suscrito por el abogado Raúl Ledesma Huerta, ministro del Trabajo; y el Acuerdo Ministerial n.º MDT–2019–144 de 4 de junio de 2019 firmado por el abogado Andrés Vicente Madero Poveda, ministro del Trabajo (e) en el gobierno de Lenín Moreno; dichos instrumentos sirvieron para restituir el derecho a percibir el pago del beneficio por jubilación a miles de jubilados de ambos sexos del sector público del país. Por esto, los jubilados dignos del Ecuador no debemos olvidar cómo fuimos maltratados y ofendidos al negarnos un derecho irrenunciable, ganado a lo largo de nuestro servicio profesional por 30, 40 y más años. Prohibido olvidar. (O)

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Harry Valarezo Gómez, jubilado de Guayaquil