A propósito de la publicación del ingeniero Carlos Bernal Lange en la sección Cartas de Lectores del Diario EL UNIVERSO del pasado 28 de julio, quisiera hacer las siguientes aclaraciones.

Puente de la Unidad Nacional: el poder de la obra pública

Primero, la extensión del total de las obras contratadas fue de 4.365,66 metros, incluidos los approaches y terraplén de acceso en La Puntilla.

Y segundo, el costo contratado fue de 16′336.530,81 dólares, y al terminar los trabajos la compañía Cofit, constructora de la obra, demandó al Comité de Vialidad del Guayas por aproximadamente 5′000.000 de dólares por trabajos adicionales. El ingeniero Julio Vinueza Moscoso, prefecto provincial del Guayas en ese entonces, nombró una comisión formada por el asesor jurídico César Drouet Candel, y una delegación del Departamento Técnico, de la cual formé parte por haber participado en la construcción de la obra como ingeniero residente de la fiscalización por parte del Comité de Vialidad del Guayas. Para redactar la contestación a la demanda estuvimos reunidos por el lapso de un mes en agotadoras jornadas de campo y oficina. Luego de largas negociaciones desde el 14 de diciembre de 1970, pasando por las cortes internacionales de París, Curazao y la discusión final en Quito el 6 de junio de 1972, se estableció la transacción final por obras realizadas por Cofit y aprobadas por el Comité de Vialidad del Guayas en 16′391.662,13 dólares. Es de resaltar que, gracias a la labor de comprobación de esta comisión, se logró rebajar el valor demandado por trabajos adicionales a solamente 55.131,29 dólares.

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El Comité Ejecutivo de Vialidad del Guayas

Al llegar a mi edad dorada de 87 años en el presente mes, es gratificante recordar estos momentos de mi vida profesional y agregar que hay muchas anécdotas sobre la construcción del mencionado puente que merecen también ser de conocimiento de los ecuatorianos. (O)

José Arístides Antepara Erazo, ingeniero civil, Guayaquil