Desde hace algunos años suceden hechos que nunca antes había en el país, por lo que los psicólogos atribuyen este fenómeno también al consumo de las drogas y a falta de fe; el pueblo está confundido, algunos llevan vida desordenada.

Dios no aprueba hechos censurables como el “matrimonio” igualitario, el aborto, la eutanasia, el machismo, las adicciones, etc.; vivir –como quieren algunos– sin ley y sin fe. Reflexión: ¿Se puede vivir sin ley y sin fe? (O)

Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil