Me enteré de aquel particular justamente el día que se perdió el llavero entre las matas verdes y frescas de la espinaca. Aunque creo que la madre Berthilde nos lo había explicado y yo no lo había entendido. El pobre sapo de seguro se asustó más que mamá. Su grito largo y sostenido pareció cruzar la cuadra, el río y la riel del tren.

Atrás de la casa nueva, más allá del patio y antes de la cuadra había uno que otro frutal, parecían mustios, pero cargaban dulcísimos duraznos, claudias y mirabeles. A la sombra de esos arbolitos fue que mamá decidió hacer un huerto. Sembró unos pocos canterones de varias legumbres y un montón de espinaca. Con el llavero en la mano bajó a rodear su espinaca, inspeccionaba hoja por hoja cuando un insolente sapito se sentó en la mano de mamá totalmente confianzudo. Ella gritó y lanzó por los aires el sapo y el llavero. A la hora de la merienda, con una expresión de asco y miedo, contó varias veces lo sucedido: Pensé que era una hoja de espinaca, pero un frío desconocido me hizo voltearlo a ver, ¡era tan helado…! Papá me explicó lo que el resto de la familia sí parecía saber: los reptiles tienen sangre fría.

¿Qué les pasa a los políticos del mundo? ¿Cuándo involucionaron en reptiles de sangre helada y cara dura?

En el examen de Ciencias Naturales debí sacar un “Excelente”, pero la monjita se sorprendió al leer: “los sapos tienen sangre fría y mamá gritó por su culpa el día que se perdió el llavero”.

El diccionario Oxford define la expresión “a sangre fría” como “Tranquilidad de ánimo y dominio de sí mismo que permite no dejarse llevar por la emoción y no perder los nervios en una situación que mueve a alguna emoción”; sin embargo, el DRAE dice que actuar con sangre fría es hacerlo “con premeditación y cálculo, una vez pasado el arrebato de la cólera.”

El ejercicio de la política, latinoamericana en general y la ecuatoriana en particular, se ha vuelto una práctica fría, descarada, sinvergüenza. No hay un día del año en que los periódicos no se llenen de noticias sobre las actuaciones de estos desalmados seres que actúan con total sangre fría sin siquiera sonrojarse, pensando única y exclusivamente en su beneficio personal.

#LosCorruptosSiempreFueronEllos tuitean los seguidores del expresidente Correa sin que se les mueva un pelo; con total sangre fría socialcristianos y correístas son mejores amigos; sin inmutarse los dirigentes indígenas amenazan con conseguir el poder a través de una violencia que desconcierta; en Argentina, un hombre dispara a quemarropa y con total sangre fría a la vicepresidenta Fernández de Kirchner, algo falla, la bala no sale y no la mata. Los guardaespaldas apresan al hombre y la señora continúa saludando a sus fans y a sangre fría firma autógrafos. Podría enumerar nombres y hechos de estos reptiles políticos de izquierda, de derecha, de centro. Podría enumerar presidentes, legisladores y hasta jueces y magistrados cuyo accionar frío y calculado espeluzna.

¿Qué les pasa a los políticos del mundo? ¿Cuándo involucionaron en reptiles de sangre helada y cara dura? ¿Por qué se volvieron indiferentes, cínicos, calculadores, ambiciosos, malas gentes? Poco o nada va quedando de “humano” en estos seres de sangre fría. (O)