Ya se habla en los corrillos, en las redes y entre quienes aman la lectura de que estamos a un paso de estrenar la Feria del Libro de Guayaquil número diez. Quienes empujamos el carro de este emprendimiento estamos admirados de la constancia del público y de la buena voluntad de los participantes: se invita y la mayoría reacciona con gusto y con fe en mover a la comunidad en dirección hacia los libros. Digan lo que digan las estadísticas sobre el reducido caudal de lectores, la feria ha gozado, año a año, de multitud de asistentes.

Así que abundamos en el esfuerzo de organizar la del presente año y conseguir que vengan significativos invitados a un Ecuador internacionalmente desacreditado, que genera temores e inseguridad. Ahora, más que nunca, hay que ver a la feria como el producto de una red de esfuerzos en la que cabe lo diferente y lo distante, tanto como el llamado a todos los públicos.

Resalto que por fin viene Guillermo Arriaga, escritor de cine y novelista mexicano. Con sus dos últimas novelas en la memoria, Salvar el fuego (2000) y Extrañas (2023), vale enfatizar su capacidad de diferenciar su narrativa, porque mientras la primera es de acción con impresionante muestrario del mundo narco y carcelario, la segunda es una aventura científica y filosófica que con lenguaje arcaico cuenta los viajes de un médico en pos de descubrir por qué nacen seres con notables diferencias respecto de los comunes.

Feria Internacional del Libro de Guayaquil presenta a sus invitados internacionales: Eduardo Sacheri, Agustina Bazterrica, Guillermo Arriaga y Karim Bernal, entre otros

Mónica Ojeda, entre las autoras confirmadas para los diez años de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil

El escritor y expolítico chileno Roberto Ampuero, autor de numerosa obra narrativa, llega para conversar sobre su última novela, Nunca regresaré a Berlín (2024), donde redondea con lujo de detalles la personalidad de Erich Honecker, el líder de la República Democrática Alemana que cayó junto con el muro, en 1989, y fue a parar a Chile, donde terminó su vida. Novela fundamental para reflexionar sobre los dictadores de ayer y hoy.

La literatura fantástica tiene un gran terreno ganado; nuestra Solange Rodríguez bien lo prueba en las lides nacionales. De Argentina viene Agustina Bazterrica, una escritora joven que impacta con sus distopías, esas que brotan de imaginar mundos destruidos en los cuales se instala la desigualdad y el poder se hace más falocrático. Las indignas (2024) es una novela estremecedora.

También debo mencionar a algunos invitados nacionales, elegidos con el afán de que la feria acoja a la mayoría de los autores ecuatorianos. Vienen por primera vez Juan Fernando Andrade a conversar sobre cómo se hace para escribir una novela de más de 700 páginas; Pablo Escandón, para dar cuenta de lo que es trabajar con archivos a la hora de novelar; Alexis Cumbe, que es cuentista de experiencia uniendo sus dos pasiones, el rock y la literatura; Damia Mendoza, que se sumergió en las turbulencias de un poeta para escribir su biografía. Y como las escritoras ecuatorianas encuentran en España casa y editoriales, de allá vuelven tres queridas autoras: Mónica Ojeda, con su flamante Chamanes eléctricos en la fiesta del sol (2024), María Fernanda Ampuero, con su airado Visceral (2024), y María Fernanda Heredia, con su Premio Cervantes Chico, bajo el brazo, digno de orgullo y exaltación nacional.

Naturalmente, habrá muchos más en la FILGYE, pero no caben en esta columna. Déjense sorprender con libros, eternas cajas de sabia fantasía. (O)