Al momento de escribir esta columna todavía no se ha terminado de contar los votos en EE. UU. Según el estadístico Nate Silver, se espera que Donald Trump termine con 49,8 % de los votos, frente a 48,4 % para Kamala Harris. Candidatos de terceros partidos recibieron 1,7 % de los votos.

Si unos 130.000 votos iban de Trump a Harris en tres estados (Michigan, Pennsylvania y Wisconsin), Harris hubiese ganado el colegio electoral.

¿Votante racional?

El pueblo no come cuento

El estadístico John Burn-Murdoch, del Financial Times, destacó una anomalía: por primera vez en 120 años, en el mundo todos los partidos en el gobierno perdieron las elecciones en 2024; el Partido Demócrata fue el que perdió por menos votos. El sentimiento contra los incumbentes puede reflejar el malestar por las altas tasas de inflación generadas por la pandemia y la invasión rusa a Ucrania.

Otro dato relevante es que la campaña de Harris fue efectiva: el movimiento hacia Trump en los 7 estados pendulares fue de 3 % en promedio, mientras que en los otros 43 estados (donde no hubo mayor campaña) fue del 8 %.

Las personas que leen periódicos o ven noticieros en la televisión eran más inclinadas a votar por los demócratas; las personas que obtienen “información” principalmente de las redes sociales (como Twitter, YouTube o TikTok) eran más propensas a votar por Trump.

Las personas que tenían la respuesta incorrecta en preguntas clave (tasas de delitos violentos, tasas de inflación, nivel del mercado de valores, número de cruces fronterizos no autorizados) eran más propensas a votar por Trump; aquellos que dieron la respuesta correcta tenían más probabilidades de votar por Kamala Harris.

Los republicanos han obtenido la mayoría en el Senado (53-47); y probablemente una ligera mayoría en la Cámara de Representantes (222-213).

¿Cuáles serán las consecuencias de la victoria de Trump?

Trump ha dicho que sus prioridades serán la deportación masiva de inmigrantes y la imposición de aranceles a las importaciones. Ambas medidas tendrán un efecto adverso en América Latina y el Caribe. Además, su efecto será negativo internamente: la deportación de millones de trabajadores causará una recesión económica, y llevará a precios más altos para los productos agrícolas y alimentarios, las viviendas, y los servicios. Los aranceles se traducirán en un aumento de la inflación, estimado en un incremento de gasto de $ 4.000 para una familia mediana. Esto podría agravarse si los países afectados imponen sus propios aranceles. Recuérdese que la Gran Depresión de 1929-33 tuvo como una de sus causas los elevados aranceles de la Ley Smoot-Hawley y las retaliaciones de otros países.

Así que tendremos la estanflación, la situación poco gloriosa que se remonta a Carter y a los primeros años de Reagan.

Los países que tienen acuerdos de libre comercio con EE. UU. probablemente estén algo protegidos; lamentablemente, Ecuador no es uno de ellos y podría verse afectadas sus exportaciones. Las remesas de los inmigrantes caerán.

La inflación más alta en EE. UU. también repercutirá en mayores tasas de interés, lo cual se traducirá en servicio de la deuda más elevado.

El debilitamiento de la OTAN y otras alianzas generará mayor inestabilidad geopolítica. Podría recrudecer la invasión rusa a Ucrania, así como el creciente conflicto entre Israel, Irán y sus socios.

Trump probablemente revertirá políticas ambientales de Biden, y es posible que el precio del petróleo y gas suban.

Quienes esperan que Trump adopte medidas más severas contra Cuba, Nicaragua y Venezuela probablemente se verán decepcionados; más bien Trump podría eliminar el “Estatus de Protección Temporal” que ha permitido a ciudadanos de esos países permanecer en EE. UU.

Quizás establezca buenas relaciones con los gobiernos de ultraderecha en la región (Milei, Bukele), y quizás Noboa (o el presidente que resulte electo en febrero) tratará de enquistarse en esa relación favorable. Cabe mencionar que Luisa González emitió un tuit extremadamente positivo tras conocerse el triunfo de Trump, en el que habla de “un futuro más justo y equilibrado para todos, incluyendo a nuestros queridos hermanos migrantes”. ¡Parece que no entendió nada! (O)