Sin inmutarse, la Embajada argentina en Ecuador informa a la Cancillería ecuatoriana que su refugiada, la señora María de los Ángeles Duarte, acaba “de escapar” de la residencia de la Embajada. Esta parece una burla al Ecuador. Es de suponer que la Cancillería ecuatoriana, tan pronto fue informada, habrá encendido todas las alarmas rojas, se habrán cerrado las fronteras. “Sorprendentemente”, no había guardia ecuatoriana. ¿La Embajada argentina avisó de inmediato de la escapada? Hay que tener presente que el presidente argentino le pidió personalmente al ecuatoriano, en Buenos Aires, que se considere asilada a la señora Duarte; que sus insistencias han llegado muy cerca de violar elementales normas de cortesía.

Gobierno de Ecuador declara ‘persona non grata’ al embajador de Argentina en Quito, tras fuga de María de los Ángeles Duarte

Haciendo un paralelo, el señor Julian Assange ni habrá soñado en escapar de la Embajada ecuatoriana en Londres. El mundo entero se habría burlado de la seguridad del Reino Unido. Si la señora Duarte no escapó en cohete, o al menos en helicóptero, debió encontrarse en territorio ecuatoriano al momento del aviso de Argentina, aunque parece que se anticiparon y ya está a buen recaudo con la protección de la Embajada, lo que sería una injuria y ameritaría declarar persona non grata al embajador y disponer el regreso del nuestro. El Gobierno argentino ha dado fuertes señales de que está actuado por razones ideológicas. La Cancillería debe hacer respetar nuestra soberanía. Ser o no Ser.

Pasemos a otro caso de la justicia y la diplomacia. En el caso de Sinohydro, la fiscal general pidió la detención de varios acusados por ella; el juez no ordenó la prisión, pero dictó medidas cautelares alternativas, como prohibición de salir del país, uso de grilletes, presentación periódica ante los jueces. Entre los acusados consta el expresidente Lenín Moreno, quien actualmente reside en Paraguay desempeñando una función diplomática de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El señor Moreno debe comparecer personalmente, en territorio ecuatoriano, ante el juez a cargo del proceso. Si no lo hace, el juez, la fiscal general, deben declararle prófugo de la justicia. Lo de la representación de la OEA en Paraguay pasaría a ser solamente un pretexto para evadir la justicia y el mundo no va a colapsar por la ausencia del señor Moreno en Paraguay. El Gobierno, a través de la Cancillería, debe demandar de la OEA el fin inmediato de las funciones del señor Moreno en Paraguay. Ser o no ser.

Por asociación de ideas, de cómo se deben enfrentar las acusaciones que afectan al honor, me viene a la memoria un hecho histórico. Cuando el doctor José María Velasco Ibarra residía en Buenos Aires, luego de su tercera presidencia, en el Congreso se presentó una acusación contra él, responsabilizándole por la lamentable muerte del joven estudiante Isidro Guerrero, del colegio Juan Montalvo. La reacción de Velasco Ibarra fue fulminante: anunció su inmediato retorno al Ecuador para responder ante el Congreso por la acusación. El Congreso no insistió en la acusación. Ser o no ser.

En esta etapa ruidosa que vivimos, debemos ilustrarnos con los ejemplos del pasado para actuar con elevación pensando en el país. (O)