Martin Luther King con otros líderes históricos de luchas contra la injusticia buscaron conmover a los que miran y callan. Poder reconocer a la gente mala, según King, era menos determinante que el doloroso silencio de los buenos. El general Jorge Gabela hizo su trabajo, intentó impedir la compra de helicópteros que él tenía que eran defectuosos. En su afán llegó hasta el presidente con la evidencia, tuvo que enfrentarse a generales de su institución, uno de ellos lo amenazó públicamente. Cuatro helicópteros cayeron llevando a la muerte a sendos pilotos de los que nunca hablamos. Peor aún, a ellos mismos se les acusa de haber fallado, como si hubieran podido escoger no tripular esos aparatos. Un cordero cínico dijo que no había problema porque el seguro pagó. Solo dinero, apenas una parte en billetes por el horror que esas naves han causado a tantas familias y al país; mientras los 3 helicópteros restantes se pudren en hangares menos lúgubres que los perversos y cobardes detrás de esta historia.

Justo reconocimiento

La renuncia a la FAE no paró el peligro, el Gral. Gabela fue asesinado. Para más tormento, continuó la persecución a su familia, especialmente a su estoica viuda: Patricia Ochoa. Esa familia sigue en la lucha, ya no por justicia, que el tiempo ha mostrado inexistente, sino para evitar más vilezas y crímenes que otros padecerán. Hoy que corrupción, narco y violencia están infiltrados en la cotidianidad ecuatoriana, en todo el aparato estatal, ¿no es tiempo de mirar a las décadas de miembros de fuerzas del orden haciendo negocios en compras de armamentos y demás?, ¿cómo pueden hasta contratar sicarios y seguir impunemente?, ¿por qué Ecuador es tránsito de cantidades inmensas de droga y tráfico hasta de menores de edad ante la inoperancia de quienes deben impedirla, están enredados en esos negocios demasiados de ellos? Pero, sobre todo, ¿acaso no es la ausencia de consecuencias, la facilidad para evitar ser aprehendido, juzgado y condenado lo que permite el crecimiento de la violencia? ¿Por qué ni candidatos, gobernantes o personas de derecho intentan cambiar esta espiral de injusticia en la que nos hundimos? El país tiene muchos problemas casi insalvables, pero el peor es la injusticia.

Roberto Meza: Usaron un informe que tenía las conclusiones que ellos querían. No hablo de que se forjó, creo que se creó un documento nuevo y no se animaron a falsificar mi firma porque era lo último que faltaba

Tantos años han pasado y tantos más faltan para que la familia Gabela Ochoa obtenga algo de justicia, una reparación mínima del infierno en que se convirtieron sus vidas por los crímenes de codicia y cobardía de tantas personas en el Estado ecuatoriano. Hubo muchas personas de la FAE involucradas en la persecución, asesinato y encubrimiento. Muchas personas del gobierno de Rafael Correa que escondieron y adulteraron documentos, para luego callar, fingir, seguir mintiendo.

“La injusticia en cualquier parte es una amenaza para la justicia en todas partes. Estamos atrapados en una red ineludible de reciprocidad, atados en una sola prenda de destino. Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente. El que acepta pasivamente el mal está tan involucrado en él como el que ayuda a perpetrarlo. El que acepta el mal sin protestar contra él, realmente está cooperando con él”, M. L. King. (O)