Es una posición absolutista de odio mutuo presente en la historia de la humanidad desde su origen. Sun Tzu consideró, en su manual El arte de la guerra, que la guerra es la mejor forma de aplicar la violencia y sufrimiento al enemigo, pero si se presiona demasiado a un enemigo desesperado saldrá a flote su naturaleza y seguirá luchando, al igual que un animal acorralado y agotado. Maquiavelo dijo, en su texto Discursos de Tito Livio, que la guerra se somete a la política, si esta es grandiosa la guerra también, en forma absoluta, hasta esclavizar al vencido. Clausewitz expresó, en su obra De la guerra, que la guerra es más violenta cuando los motivos son más poderosos y comprometen la existencia de la nación. Mao-Tse-Tug definió a la guerra como la enemistad entre contrincantes, uno sobra en la tierra.

Irán se ofrece a mediar en un intercambio de rehenes israelíes por palestinos prisioneros

Las causas de la guerra pueden ser para propagar política e ideología, expandir territorio, arrebatar recursos naturales, someter la economía y comercio, esclavizar pueblos, prevalecer la cultura, imponer religión y otras. Entre los contendientes se polariza el odio, el que gana la guerra consolida el poder; así nacieron, se expandieron, murieron o reemplazaron algunos imperios. Geoestrategas llaman hegemonía en el orden mundial y puede ser unipolar o multipolar; hasta la caída del muro de Berlín (1989) era bipolar.

(...) se integran a la civilización a la que pertenecen o creen pertenecer para enfrentar unidos una probable guerra mundial.

La guerra de Israel contra Hamás –considerado grupo terrorista–, que gobierna la Franja de Gaza del Estado palestino no reconocido; la guerra de invasión rusa-ucraniana; la guerra en Siria entre grupos, uno quiere formar un Estado islámico; y más de 50 guerras en el mundo cumplen con las definiciones del primer párrafo y causas del segundo párrafo, en determinado momento una sobresale. En todos los casos la violencia consolida exponencialmente el odio, a tal punto de desear el exterminio del otro.

Nueve términos para entender la guerra entre Israel y Hamás y el complejo conflicto en Medio Oriente

Las guerras están generando grandes desplazamientos o migración ilegal (no deseada), de población que huye de la violencia extrema a la que están sometidos en sus territorios, hacia países que los reciben por humanidad, pero está afectando la tranquilidad de las sociedades receptoras. Un ejemplo es la migración de musulmanes a países europeos democráticos donde la libertad política, cultural y religiosa es permitida, el inconveniente es que está siendo aprovechada para insertar costumbres culturales, desconocer la ley y desestabilizar el orden; una invasión silenciosa que genera rechazo y odio, lo que contribuye a la gestación de guerras culturales-religiosas, como en la época medieval.

Hamás afirma que bombardeos israelíes mataron a cerca de 50 rehenes

Así está la situación guerrera en el mundo, los Estados y sus sociedades se integran a la civilización a la que pertenecen o creen pertenecer para enfrentar unidos una probable guerra mundial. Una frontera explosiva y clave comparten en Oriente Medio las civilizaciones occidental cristiana y judía y la oriental islámica, donde se desarrolla la guerra Israel-Hamás (Gaza-Palestina), a la que se están integrando otros países y grandes potencias. No hay nada que pueda hacer la ONU ni el Consejo de Seguridad. La política impone a sus fuerzas militares la misión de ganar la guerra, ¡él o yo quedará en la tierra! (O)