La inseguridad a la que estamos sometidos por el intenso incremento del crimen se parece a una Guerra Híbrida, con una estrategia militar que podría utilizar las fuerzas irregulares a través del terrorismo, crimen organizado alrededor del narcotráfico, insurgencia, tráfico de personas y armas, explotación de recursos naturales, noticias falsas, incumplimiento de leyes e intervención electoral para colocar a políticos afines. Nuestro enemigo es clandestino y tiene el apoyo de múltiples actores que desestabilizan poblaciones asentadas geográficamente.

La venganza de la geografía, libro del estadounidense Robert Kaplan, resume: La geografía marca el destino de las naciones. En Ecuador juega en favor de la inseguridad: la privilegiada posición geografía sobre la línea equinoccial, el acceso al océano Pacífico y la vecindad con Colombia y Perú, con grandes áreas de cultivos de coca y producción de cocaína.

Contribuyen la debilidad de las instituciones del Estado, la corrupción de ciertas autoridades, las leyes como la ciudadanía universal que permite la libre movilidad, la impunidad que otorgan algunos operadores de justicia, las pocas oportunidades de empleo, el sistema financiero opaco paralelo del dólar y la infiltración de criminales en, casi todos, los organismos del Estado.

En resumen, nuestra posición geográfica ha facilitado la integración de la sangrienta ruta internacional de drogas, armas, personas y dinero.

Nuestro presidente de la República presidió, el 7 de diciembre, la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, relativa al crimen transnacional y denunció que él, sus ministros y familiares reciben amenazas de muerte, casi todos los días; las atribuye a organizaciones del crimen transnacional que tienen como objetivo debilitar nuestras fronteras para favorecer sus rutas, y demandó una contundente y oportuna respuesta.

Simultáneamente, en nuestro país, el embajador de los Estados Unidos denunció que hay infiltración del crimen organizado en las esferas del poder e instituciones democráticas, refirió que existen funcionarios de la justicia y hasta dirigentes deportivos contaminados por el narcodinero. Debe tener elementos sólidos, ya que nos afectó negativamente en el contexto internacional.

Estas declaraciones hacen ver la grave situación que estamos viviendo y la necesidad de una integración internacional para generar políticas, estrategias y tácticas para combatir, neutralizar o eliminar todas o algunas acciones híbridas del crimen organizado internacional, sustentadas por un oscuro sistema financiero que las alimenta. Los criminales nacionales son eslabones de los grandes carteles que están matando, quitando la libertad e imprimiendo un sello de desconfianza sobre los ecuatorianos.

Ponemos los muertos en esta guerra híbrida por el control de las rutas de la droga y personas, desde las áreas de producción, tránsito, hasta las receptoras. Las rutas del dinero y armas circulan en sentido contrario. Por ello, tiene sentido lo expresado por nuestro presidente en el Consejo de Seguridad de la ONU, de dar una contundente y oportuna respuesta, y la aplicación de la tesis de la venganza de la geografía, en favor de la inseguridad. (O)