Entre el día 13 y 14 de agosto de 2024 se produjo la mayor captura de personas, embarcaciones y droga (4,5 toneladas), en altamar, a 310 millas náuticas del continente y 290 MN de las Galápagos, por el Comando de Guardacostas. Es el resultado de las operaciones de inteligencia y de otras unidades operacionales y tácticas de la Armada, que conforman la estrategia del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en cumplimiento de la decisión política del presidente de la República de neutralizar al narcotráfico transnacional, dentro del conflicto armado interno.

Van surgiendo ingeniosas formas de usar las rutas marítimas para transportar la droga, estas nuevas realidades determinan que la Armada evolucione en su doctrina y procedimientos para cumplir la tarea de autoridad marítima establecida en la Ley Orgánica de Navegación, Gestión de la Seguridad y Protección Marítima (…), especialmente en su rol de Policía Marítima. También aparece una nueva frase, “La ruta del desierto”, usada por algunos oceanógrafos para esta zona del Pacífico Oriental, por tener una menor biodiversidad en la superficie respecto a otras zonas. ¿No sería más apropiado llamarla “La ruta blanca”?

Un arma poderosa es el Sistema de Inteligencia, integrado con instituciones nacionales y extranjeras. Cada día mejora la coordinación entre los países de la región, del continente e incluso de Europa; cabe resaltar la importancia de la exploración aeromarítima de los EE. UU., que opera desde la base de Manta y Galápagos.

En la cuenta X, institucional, el comandante general de Marina ratificó que es la mayor captura y en lo que va del año acumulan 40 toneladas de droga incautadas en el mar. Un boletín de prensa del Comando de Guardacostas señala que se aprehendieron “04 embarcaciones tipo panga; 01 barco pesquero; aproximadamente 4,5 toneladas de presunta SCSF; 16 ciudadanos ecuatorianos y 01 ciudadano de nacionalidad colombiana; 106 pomas (2.000 galones de combustible aproximadamente) sin documentación”.

Hay que considerar el intenso ritmo de operaciones que está desarrollando la Armada dentro del conflicto, no solo en el mar, sino también en tierra con patrullajes y el control carcelario, esto representa mayor presión sobre el personal, desgaste de material y gasto económico, siendo necesaria una mayor inversión para fortalecer a la fuerza naval. Este esfuerzo muchas veces es minimizado por la inacción de la justicia.

En resumen: la política del Gobierno contra el narcotráfico, la estrategia del Comando Conjunto, el cumplimiento operacional y táctico de la Armada y el sistema de inteligencia coordinado entre países tienen resultados. El ingenio para transportar la droga determina un mayor ritmo de operaciones de la Armada; sin embargo, la presión sobre los marinos para que, también, cumplan tareas en tierra podría saturarlos, además desgasta el material que necesita repotenciación. El sistema de justicia minimiza el esfuerzo realizado sobre la ruta blanca del polvo.

¡Los 17 candidatos a la Presidencia de la República deberían transparentar su política antinarcotráfico, el dinero de sus aportantes y si mantendrán o no el apoyo de los EE. UU.! (O)