La silla vacía es un mecanismo de participación política que busca fortalecer la intervención de la ciudadanía en el debate y toma de decisiones en asuntos públicos. Fue introducida en la Constitución de la República, y posteriormente normada en el Cootad, la Ley de Participación Ciudadana y las Ordenanzas de las municipalidades. Su uso permite a los participantes tener voz y voto en temas específicos que se traten en el orden del día de las sesiones de los concejos municipales. Pero ¿qué tanto se ha utilizado la silla vacía en Guayaquil durante los últimos años?

La silla vacía no ha sido utilizada durante la administración de Cynthia Viteri por ‘inobservancia de las disposiciones legales’ que la regulan

Según un informe del Instituto Olmedo, en la Alcaldía de Cynthia Viteri desde el 2019-2021 se ingresaron 11 solicitudes de silla vacía, pero ninguna se pudo hacer efectiva. Asimismo, de acuerdo con una investigación universitaria que analiza los informes de rendición de cuentas de la Municipalidad de Guayaquil, desde el año 2016 no se ha utilizado la silla vacía. Por último, un informe de la Secretaría Técnica de Participación Ciudadana y Control Social que realizó un análisis similar, pero del periodo 2014-2018, evidenció que Guayaquil es parte del 62 % -en promedio- de municipalidades del Ecuador donde la silla ha estado efectivamente vacía.

De 221 municipios solo 84 cumplen, en promedio, con la silla vacía en sus sesiones

Entonces ¿qué está pasando con la silla vacía en Guayaquil que nadie la usa? Dos son los nudos críticos: uno normativo y el otro administrativo. En el plano normativo, el problema es que la Ordenanza de Participación Ciudadana establece que la ciudadanía puede participar solamente en los asuntos que expresamente estén en la convocatoria del orden día de la sesión del Concejo Municipal. ¿Cuál es el problema con esto? Que la gente no sabe con suficiente antelación qué se tratará en la sesión del Concejo. Supuestamente el orden del día debería estar publicado al menos con 48 horas de antelación en la página web municipal; sin embargo, esto no se cumplía en las alcaldías anteriores. La nueva alcaldía de Aquiles Alvarez sí lo ha cumplido, pero no es suficiente.

¿Por qué no es suficiente? Aquí viene el problema administrativo. Digamos que eres un ciudadano común que no tiene contactos en la Municipalidad y no recibe información extraoficial, entonces la única forma de enterarte es entrando, los martes, a la página web municipal porque el orden del día no lo publican en redes sociales (primer punto a mejorar: difusión). Supongamos que el asunto público que se tratará en la sesión del Concejo Municipal, es justamente el que al ciudadano le interesa ser parte del debate y de la decisión; entonces, aquí viene un nuevo desafío normativo y administrativo: acreditar representatividad, experiencia y conocimiento sobre el tema en la Secretaría del Concejo y que esto se procese, despache y notifique en menos de 48 horas.

Estos problemas normativos y administrativos que dificultan el uso de la silla vacía tienen dos soluciones. Una, reformar integralmente la Ordenanza de Participación Ciudadana para facilitar el proceso. Dos, demostrar voluntad política e invitar activamente a la ciudadanía a participar en las sesiones de Concejo utilizando la silla vacía. Solo así esta silla traicionará su nombre a favor del pueblo. (O)