La pérdida de poder del Ejecutivo frente a los otros poderes del Estado, organismos de control y activistas, desacelera el crecimiento del país, afecta el bienestar de los ciudadanos y amenaza con paralizarlo.

En la Asamblea no hay un bloque de oposición que fiscalice al Gobierno y divulgue su plan para cuando capte el poder. Hay una mayoría cuyo objetivo central es lograr la impunidad de sus líderes por delitos cometidos cuando eran gobierno. La Asamblea niega toda propuesta de ley del Ejecutivo, al que busca destituir. Esgrime un veto legislativo. Le tienen sin cuidado las consecuencias de su accionar sobre el bienestar ciudadano.

La Conaie, Confenaie, maestros y otros grupos presionan por la aceptación de objetivos específicos. Toca al Ejecutivo y Legislativo armonizar estos planteamientos con las realidades.

La Corte Constitucional considera que elevar pronunciadamente por ley los sueldos del magisterio, sin crear los ingresos para cubrir el nuevo gasto, es constitucional. La Corte veta la potestad del Poder Ejecutivo sobre el presupuesto del Estado. Esto, luego de la huelga de hambre de maestros frente a la sede de la Corte. Activistas de la Confenaie, en vestimenta tradicional, presumiblemente alentados por el éxito de los maestros, se manifiestan frente a la Corte exigiendo un veto a la minería formal.

El Tribunal de lo Contencioso Electoral ordena al Tribunal Electoral organizar la consulta popular para vetar el desarrollo del ITT, el único proyecto petrolero que podría ayudar de manera inmediata a revertir la caída de la producción. Para el mediano plazo, hay que buscar y encontrar otras reservas de hidrocarburos. Pero el Gobierno acepta suspender el proceso de la apertura del suroriente al petróleo, vetado por la Conaie.

Para financiar sus programas sociales, el Gobierno contaba con la reducción gradual del subsidio a los combustibles. Pero la Conaie vetó la reducción del subsidio, y luego consiguió incluso que lo aumente.

Si los vetos a una política coherente no paran, y se mantiene el caudal de decisiones inconexas, tendremos una paralización económica y el derrumbe del nivel de vida.

La Conaie, Confenaie, maestros y otros grupos presionan por la aceptación de objetivos específicos. Toca al Ejecutivo y Legislativo armonizar estos planteamientos con las realidades. Por ejemplo, supervisar eficientemente el cumplimiento de buenas prácticas ambientales en minas y petróleo y compartir los beneficios con las comunidades. Implementar un alza salarial gradual a los maestros de la mano con capacitación, para que junto al mayor sueldo vaya mejor calidad de educación. Reducir el subsidio de los combustibles protegiendo a los más necesitados.

Cinco mesas de diálogo cierran con desacuerdos y ejes por ejecutar

Bajo la vetocracia de la Asamblea, cortes, tribunales y grupos de presión no hay cabida para una política económica coherente. Hay aumento descomunal de gastos y drástica reducción de ingresos. Es negar la potestad del Estado sobre gran parte del territorio nacional.

Cómo la inflación del 70% en Argentina está generando a la vez un boom del consumo y un aumento de trabajadores pobres

Antes de que dolarizáramos, ante un incontenible crecimiento de gasto público y la mayor ineficiencia de la economía, los Gobiernos devaluaban. El resultado era un alza permanente de precios y caída continua del poder de compra de los salarios. Subían los ingresos por impuestos, el gasto burocrático quedaba igual, y se cerraba el hueco fiscal. Pero la población vivía angustiada por el alza de precios. Es lo que tiene Argentina hoy. ¿Injusto? Por supuesto. La dolarización no tiene esa válvula de escape. Si los vetos a una política coherente no paran, y se mantiene el caudal de decisiones inconexas, tendremos una paralización económica y el derrumbe del nivel de vida. (O)