El 9 de julio el presidente Milei celebró el día de la independencia nacional en Tucumán firmando con 17 gobernadores un pacto de diez políticas de Estado para sacar Argentina adelante. El séptimo punto es el compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales. La Argentina es federal; la potestad sobre los recursos naturales la tienen las provincias.

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Milei enunció una definición fundamental: “El principal problema ambiental que tenemos es la pobreza extrema... La naturaleza debe servir al ser humano y a su bienestar; no a la inversa”. Es lo contrario de lo que dicen los ambientalistas radicales, la Constitución de Montecristi y la mayoría de la Corte Constitucional local.

Que en una sociedad haya radicales de todo género es deseable, porque estimula que las ideas y posiciones se sometan a debate y evaluación. Que haya radicales ecológicos es fundamental para frenar la depredación de recursos naturales. Lo inaudito es que oenegés multinacionales a través de sus adherentes locales impongan su agenda a un país a expensas del bienestar de las grandes mayorías y que los políticos no las pongan en su sitio.

La pelea no es el cambio

Milei no tiene pelos en la lengua. Fustigó a los políticos de su país “por prestar más atención a las demandas de minorías ruidosas y organizaciones ambientalistas financiadas por millonarios extranjeros que a las necesidades de prosperidad de los argentinos”. Ni Moreno, Lasso o Noboa han hecho una defensa así de frontal al aprovechamiento de nuestros recursos naturales.

El 8 de agosto Milei visitó Neuquén, la provincia donde se encuentra la principal cuenca petrolera. El gobernador no contó en las elecciones con el apoyo del partido hoy oficialista, pero coincide con la necesidad de desarrollar los recursos naturales de la provincia. El yacimiento Vaca Muerta, que no lograba despegar, está en pleno desarrollo, solo en julio la producción petrolera del campo aumentó 20.000 barriles diarios y la producción de Argentina llegó a 810.000, volviendo al nivel que tuvo 22 años atrás. La meta es llegar a 900.000 en 2025. En paralelo se avanza en un proyecto conjunto de la argentina YPF y la indonesia Petronas para invertir $ 30.000 millones en una planta para exportar gas licuado.

El diario español El País destaca en su edición de agosto 20 que “Milei ha desatado la euforia en la industria del petróleo del país, que empieza a crecer tras años de decadencia”.

El fenómeno Javier Milei

Milei está en el poder solo desde diciembre: se posesionó después que Noboa. En este primer año de gobierno toma una serie de medidas correctivas muy dolorosas pero necesarias para eliminar el déficit fiscal, bajar la inflación que es de tres dígitos, y abrir la economía a la inversión. Entre ellas, eliminar los controles cambiarios, el subsidio a combustibles y la electricidad y purgar a la administración pública de pipones, que allá llaman “ñoquis”. Pero para su segundo año, 2025, la Cepal espera un crecimiento de 4,0 %, el mayor de Sudamérica.

¿Qué explicación podemos dar de por qué los argentinos no votaron por los candidatos de los partidos tradicionales ni por un aspirante nuevo que les ofrezca el oro y el moro, sino por alguien que les ofreció sangre, sudor y lágrimas? Pues que se hartaron de vivir una crisis tras otra.

¿Cuándo los ecuatorianos haremos lo mismo? (O)