La Reserva Federal (Banco Central de EE. UU.) elevó su tasa de interés (Fondos Federales) en un

0,25 % (de 0,25 % a 0,50 %) y se anticipan 6 aumentos más este año, llegando hacia 2,5 % en el 2023… en Inglaterra con mucha fuerza, y en otros países (incluyendo la Unión Europea), las decisiones van en la misma dirección.

Nota: la tasa de fondos federales es el costo de préstamo a corto plazo para los bancos.

Objetivo: “Con esta postura firme de la política monetaria, el comité espera que la inflación regrese a su objetivo del 2 % y el mercado laboral se mantenga fuerte”, dijo la FED.

¿Por qué? La FED se encuentra en un punto de decisión clave, después de dos años de “imprimir dinero” para ayudar a la economía a recuperarse del impacto de la pandemia (y lo mismo hizo después de la crisis del 2008). Y efectivamente la economía americana ha experimentado una rápida recuperación, con un desempleo menor al 4 %, y más bien las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores. Pero este empuje en crecimiento (más los cuellos de botella por la salida de la pandemia) ha generado un impacto en precios, llevando la inflación por encima del 7 % por primera vez en 40 años.

¿Cómo alcanzar el objetivo? Tasas de interés más altas encarecen los diversos préstamos: hipotecas, automóviles, empresariales o personales. Se espera que eso desacelere consumo e inversión, reduzca la demanda total y por ende el aumento de precios. Esto es, ponerle frenos a la economía. Se espera que estos cambios moderados en los intereses transmitan una gran señal de que la FED hará lo necesario para frenar los aumentos de precios… y esto incluye aceptar que se desinflen (¿poco o mucho?) los precios de activos que han subido demasiado como acciones, vivienda y más. Pero lo importante es lograrlo con un efecto reducido en crecimiento económico.

¿Se logrará? Este es un “juego” estratégico (el gato y el ratón) de mensajes y acciones. Los Bancos Centrales intentan decir a los agentes económicos sí, vamos a lograr que la inflación baje (porque haremos todo lo necesario), así que rápidamente cambien sus expectativas y empiecen a planificar con un horizonte de inflación más baja. Si los agentes les creen, y cambian sus expectativas, entonces se logra el objetivo: menos inflación y pequeño efecto en crecimiento.

Pero si los agentes dudan del mensaje y no creen en la eficacia de lo que está haciendo el Banco Central, entonces bajar la inflación va a tomar más tiempo (incluso podría haber mayor inflación inicialmente) y el efecto negativo en actividad y empleo será mayor (o “mucho mayor”)… ¿Por qué podrían dudar? Quizás porque consideran que el alza de intereses es demasiado débil (0,25 % es poco, antes de la invasión a Ucrania se hablaba hasta del 1 %) y eso mostraría debilidad presente y eventualmente futura. O porque habría otros factores que empujan la inflación, que no se frenarían con el alza de intereses, como los cuellos de botella del

COVID-19 o los efectos de Ucrania (petróleo, alimentos, etc.)… ejemplo, el FMI ha dicho: “La inflación no cederá con altas tasas”; o un analista bancario: “Sería un error histórico que el Banco Central Europeo eleve las tasas, en medio de los problemas actuales”.

… No perderle la pista a este tema y sus consecuencias. (O)