Y es que no soy “de a pie”, pero prevalido de mi derecho de libre opinión, me permito proponer unas cuantas ideas sobre cambios que exige la chimboracesca tarea de crear un “nuevo país”. Van en orden aleatorio, pero notarán que se basan todas en un sano liberalismo, que es el sistema que mejores resultados ha producido, en todo sentido, en todo el mundo.

1. Reforma integral del sistema penal y de ejecución de penas. La base de estas leyes es la defensa de la sociedad, no la protección de los criminales. El propósito de la pena es aislar a los delincuentes y escarmentar a la población. La rehabilitación del reo es una posibilidad deseable, pero no siempre realizable.

2. Reforma laboral. También tiene que partir de casi cero, con una transformación radical del vigente código fascista (averiguarán de dónde fue tomado). Entre los centenares de cambios necesarios cito la supresión del pago de utilidades, que impide que el país se formalice con la presencia de muchas sociedades anónimas y un dinámico mercado de valores.

3. Transformación a fondo de la seguridad social. El sistema de impuestos (porque eso es en verdad el tal sistema “solidario” de pensiones) se hunde en todo el mundo. Los países europeos creyeron que la inmigración los salvaría y el remedio resultó tóxico. Vayamos a un sistema de cuentas individuales que se ha demostrado más eficiente.

4. Suprimido el pretexto de la “solidaridad intergeneracional” se podrá volver a establecer una política poblacional, respetando absolutamente la libre decisión de las personas sobre su conducta reproductiva. Ecuador es un país sobrepoblado, porque el tipo de economía que practicamos y que podemos practicar requiere de amplios espacios no urbanizados.

5. Disminuir el gasto público. A lo mejor por ahí debíamos empezar, pero entre las alegres propuestas de obritas y regalos, no se ha oído ni una sola idea. Si no están dispuestos a utilizar una motosierra a lo Milei, por lo menos muestren la tijera podadora. Se habla de esto y todo el mundo mira para otro lado. ¡Hey!

6. Derogatoria de la LOCA (Ley Orgánica de Comunicación Amordazada). Hay que eliminar esta envenenada herencia correísta e intentar ser una república de verdad. El anterior gobierno tuvo la oportunidad de hacerlo y no se atrevió. La comunicación no necesita de leyes especiales, salvo en aspectos técnicos como la administración del espectro radioeléctrico que tienen otras implicaciones.

7. Hay que ver la manera más jurídica posible para declarar la soberanía del mar territorial sobre la cordillera de Carnegie. Es una exigencia estratégica, ecológica y económica, para evitar la depredación de los recursos pesqueros y submarinos por parte de flotas de terceros países.

8. El presidente de la república debería durar cinco años en el cargo y no ser reelegido jamás. Si el primer mandatario puede volver a ser candidato, trabaja no en función del progreso del país, sino de su reelección. Con un periodo de gobierno más extenso, tiene capacidad de emprender esfuerzos de largo aliento.

Eso nomás. Gracias por su atención. (O)