En la historia de la humanidad son múltiples las paradojas, que se evidencian en la contradicción entre las palabras sobre lo mismo, con actuaciones o gestos que no se corresponden con aquellas, por parte de una persona; o, de declaraciones y/o conductas de colectivos, que desembocan a lo que en singular o en colectivo se quiera dar a entender o que se perciba o se quiera entender, a veces por error, otras por direccionamientos con ese objetivo.

En colectivo, está la paradoja de estar muy participantes en los festejos de octubre del 2022, aun cuando el entorno es de miedo –para muchos, terror– por la violencia y delincuencia, fuera de control, agravado por los levantamientos en los centros de privación de libertad de Latacunga y Guayaquil, con degollamiento y desmembramiento de entre los ahí recluidos, con desesperación de familiares en los exteriores de dicho centro y represión contra estos.

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En lo singular del ejercicio del poder, desde la Asamblea y el Ejecutivo, los casos de paradojas de días recientes se evidencian, por la inmediatez o ligereza para pronunciarse, o por falta de información o de procesamiento de esta, o por falta de austeridad en palabras o actuaciones.

El 3 de octubre, sobre el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), se anunció, literalmente, “con la firma del Decreto Ejecutivo n.º 571, este lunes 3 de octubre, el presidente Guillermo Lasso dispuso remover a los vocales que han permanecido por 10 años consecutivos en el directorio de la institución”, nunca fue cierto, sino que se expidió un nuevo Reglamento para activar la designación de los representantes de asegurados y empleadores, requiriendo que se lo haga en el término de quince días. Mientras no se los designe, lo que puede llevar semanas y meses, los actuales representantes seguirían actuando. Los vicios del IESS deben enfrentarse ahora, sin necesariamente esperar las nuevas designaciones, que está bien que se den.

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Para la designación del contralor, cargo cuya titularidad está en vacancia desde el 2017, hay un proceso en marcha en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), dentro del cual, el 21 de diciembre del 2021, se calificó a 98 personas para que puedan optar a la Comisión Ciudadana de Selección proveniente de la ciudadanía y organizaciones sociales. El miércoles 5 de octubre del 2022, por unanimidad, por impugnaciones de sectores antigobierno, se descalificó a once personas, acusándolas de falta de idoneidad y probidad, por ser cercanas al presidente Lasso. Por separado, en septiembre del 2021, se acreditaron 395 veedores. Terrible el tufo político en todo.

La Policía Nacional está pasando profunda crisis. De acuerdo con el ministro Zapata en que debe fortalecérsela, lo que no pasa por su descabezamiento, bajando el nivel de mando al grado de coroneles. Verdad que no tienen el equipamiento necesario para actuar en forma eficiente y que su sistema de seguridad social (Isspol) está colapsado. Pero nada justifica falta de transparencia ni encubrimiento alguno.

¿Será posible obtener, de los responsables del poder público, austeridad en las palabras y en las actuaciones, para su credibilidad? (O)