Jaime Durán Barba insiste en que en política es esencial que las acciones o palabras del político entren en la conversación diaria de la gente. Puede ser algo novedoso, sorprendente o gracioso, lo esencial es tomarlo como lema, y en el mundo moderno que se convierta, por ejemplo, en memes virales. En realidad es el objetivo general del marketing: llegar a la gente y que se comente. Los gobiernos con habilidades comunicativas hacen eso: poner los temas de la agenda de discusión, a veces sobre temas reales, otras sobre cosas irreales para desviar la atención… Pero tengo la impresión (¿solo yo?) que la conversación nacional está saturada de temas negativos, aunque ciertamente muchos ecuatorianos están alejados de todo esto y dedicados a su dura labor diaria: la extraña liberación de Glas, la no menos extraña muerte de Don Naza, violencia en las cárceles, inseguridad en las calles, eventual muerte cruzada y tantas broncas.

Pero quizás es sano mirar hacia cosas positivas del pasado y el presente y, ojalá, también del futuro.

¿Pasado? Recordemos, Ecuador es de los pocos países en el continente que no ha vivido procesos hiperinflacionarios (como la Venezuela de esta década). Nunca tuvimos guerras civiles como Colombia durante 50 años o los centroamericanos. Ni guerrillas como Perú y tantos más (el conato de los años 80 fue detenido a tiempo). Ni dictaduras sangrientas (militares o civiles) como en el Cono Sur, Venezuela o Cuba. Hay algo en nuestras capacidades colectivas que frena estos procesos tan inmensamente dañinos… Y además fuimos líderes mundiales en varios productos de exportación.

¿Hoy? Volvamos a valorizar lo hecho en 2000, al dolarizarnos y adoptar la mejor (o menos mala) moneda mundial y evitar tantas tentaciones y dramáticos efectos del populismo. Tenemos ahí un enorme activo, que este año, por ejemplo, se refleja en que todas las proyecciones nos sitúan con una de las menores inflaciones del continente (3/4 % frente a 5 %, 10 % o más para otros). Agreguemos el extraordinario esfuerzo de la cadena de exportación privada: hace 20 años algunos decían falsamente que las exportaciones serían muy difíciles en dolarización, y hoy rondamos los 20.000 millones, con una estrella a nivel mundial como el camarón al alcanzar los 5.500 millones (y otras estrellas más). La buena noticia de un precio del petróleo que, aparentemente, se mantendrá bastante alto por un tiempo al menos. Remesas de migrantes elevadas. La potencialidad, muy real, de atraer más inversión sobre todo continental.

¿Mañana? Desafíos posibles (?) de enfrentar. Sin duda hay la amenaza de la narcoeconomía y su entorno destructivo, pero tendremos la capacidad colectiva de enfrentarlo. Ciertamente podemos encontrar acuerdos para empujar minería y petróleo sustentables y de limitado impacto, encontrando cómo orientar los recursos no hacia la ‘Maldición de los Recursos Naturales’ sino hacia la ‘Bendición’. Seguir movilizando nuestro sector exportador y en particular el turismo que tiene bastante potencial. Y atacar de mejor manera temas importantes como educación, desigualdad o incorporación empresarial y social de tanta nueva tecnología… y ¿una mejor calidad de la política?…

¿Podemos tener conversaciones más positivas? Creo que sí… ojalá que sí. (O)