El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, visitó durante el fin de semana al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en Florida. De este encuentro no se conocen muchos detalles, solo que duró dos horas y que Noboa estuvo acompañado por su esposa, Lavinia Valbonesi, y el secretario de Salud del Gobierno de Trump, Robert Francis Kennedy jr., quien es amigo de la familia Noboa y padrino del hermano menor del mandatario ecuatoriano, Santiago Noboa.

Los presidentes Daniel Noboa y Donald Trump hablaron de forma reservada en Estados Unidos

Varios de nuestros columnistas dan una lectura a lo que pudo ser esta cita, que se da en medio de la campaña electoral que vive Ecuador de cara a la segunda vuelta del 13 de abril, que decidirá quién será el presidente hasta 2029. Motivo por el que la relacionan más a este evento.

Grace Jaramillo

Lo único que se puede leer del encuentro del presidente Daniel Noboa con el presidente estadounidense en Mar-a-Lago es que fue una estrategia de campaña que tenía la intención de transmitir una imagen de cercanía con Trump. Hay que aclarar, no obstante, que no fue una visita oficial y no es posible en Mar-a-Lago negociar cualquier cosa de Estado, porque no hay sumarios de lo acordado (readouts) que son la forma de dejar constancia oficial en la Casa Blanca de cualquier conversación iniciada o potencial acuerdo. En caso de ganar la segunda vuelta, es posible que este acercamiento pueda morigerar el volumen de deportaciones de ecuatorianos y tal vez alguna cooperación antidrogas, pero no más. El gobierno de Trump no tiene en su mente firmar TLC de ningún tipo, si acaso, evitar sanciones arancelarias, como las que ya ha impuesto a muchos de sus aliados. (O)

Pocos detalles han trascendido de la reunión de Daniel Noboa con Donald Trump

Mauricio Gándara Gallegos

La visita hecha por el presidente Noboa al presidente Trump es positiva para Ecuador, en cuanto estrechar las relaciones con la gran potencia. Pero hay que situarla en su verdadera dimensión, con frialdad, sin exageraciones, y conforme a los tiempos que se viven, un tanto al margen de la diplomacia tradicional. Esta no ha sido una visita de Estado, ha sido obtenida a través de una agencia especializada en organizar esta clase de eventos. Los resultados concretos los sabremos más adelante, especialmente si hay un comunicado oficial del Gobierno norteamericano, especialmente en relación con el trato que reciban nuestros inmigrantes, a no estar en la primera línea de los candidatos a ser deportados, en los que será muy difícil que se hagan excepciones para los que hubiesen cometido delitos. Extraña que se la haya gestionado en medio de la campaña electoral; los efectos electorales positivos o negativos se verán en el resultado de las elecciones. (O)

Reunión de Daniel Noboa y Donald Trump no fue parte de “una visita oficial”, señala la mamá del presidente, Annabella Azín

Gabriela Calderón de Burgos

Que el presidente de Ecuador tenga acceso personal al presidente de los Estados Unidos es algo positivo que podría derivar en políticas que convengan al interés nacional —esto es, la libertad, prosperidad y seguridad de los ecuatorianos—. Dicho país es la principal potencia económica y militar del mundo y es el principal socio comercial de Ecuador.

No obstante, han pasado ya dos días y todavía no hay información acerca de los temas tratados o acuerdos logrados en esa reunión. No hay un pronunciamiento formal por parte del Departamento de Estado de EE. UU. ni de la Cancillería en Ecuador. El presidente Donald Trump, que suele ser muy revelador en redes sociales acerca de los asuntos tratados con otros mandatarios, tampoco se ha pronunciado. Sin embargo, sí se pronunció sobre lo conversado con el presidente de Finlandia mientras jugaban golf ese mismo día. La información más detallada provino de CNN.

Así no se haya logrado un acuerdo definitivo de cooperación más profunda entre ambos países, igual es positivo este acercamiento. La comunicación oficial debería modular las expectativas para que un paso hacia adelante no sea percibido como una decepción. (O)

El presidente y su esposa junto con Robert Kennedy jr. (c), amigo cercano de su familia y actual secretario de Salud de los Estados Unidos. Foto: Cortesía

Adrián Bonilla

A dos semanas de las elecciones ecuatorianas, ningún evento de las dos candidaturas puede escindirse del contexto de una decisión marcada por la polarización y por la evidente cercanía en las preferencias de los votantes. El viaje del presidente ecuatoriano a la residencia de Florida no deja de ser un hecho que puede ser leído como un acto de campaña.

Mar-a-Lago no solo es una residencia vacacional. El complejo de Trump ha funcionado desde su primer mandato como una oficina política alternativa. Más de un líder mundial ha sido recibido allí y muchas negociaciones han tomado efecto en estos años; sin embargo, en esta ocasión específica, la evidencia del encuentro entre ambos presidentes se reduce a una fotografía, sin que haya información oficial por parte de los ministerios de Relaciones Exteriores de ambas partes. Esta ausencia de información ha dado alas a la imaginación y, tanto en redes sociales como en plataformas de divulgación de propiedad de periodistas alineados con una u otra candidatura, se ha especulado con agendas que van desde una nueva base de Manta hasta la inexistencia de conversaciones entre los jefes de Estado.

Lo que queda de la reunión es, de todas maneras, la imagen, y esto no es menor en un contexto de campaña política. El presidente ecuatoriano ha producido la idea de que tiene buenas relaciones con el Gobierno de los Estados Unidos y que su vínculo es, incluso, personal. La campaña rival, por su parte, no puede evitar usar tiempo y recursos para deconstruir esa representación, pero al mismo tiempo aprovechar la oportunidad para posicionar su propia imagen de defensa de la soberanía. Sin información formal concreta, lo que queda es el análisis electoral. Cada voto cuenta. (O)

Daniel Noboa informó al CNE que se dedicará a hacer campaña hasta las 23:59 del 10 de abril

Luis Fierro Carrión

El encuentro del presidente Daniel Noboa con el presidente de EE. UU., Donald Trump, refleja el acercamiento de su gobierno a nuestro principal socio comercial.

Si bien no se han detallado los acuerdos alcanzados, se entiende que Estados Unidos apoyará a Ecuador en el combate a los grupos de delincuencia organizada (incluyendo, posiblemente, el envío de tropas y material, según ha informado CNN).

También se podrían lograr avances hacia un acuerdo comercial (o al menos evitar que Ecuador se vea afectado por alzas de aranceles) y quizás un trato más humanitario a los inmigrantes indocumentados en EE. UU. Noboa también ha tenido acercamientos a países europeos, Brasil e Israel, entre otros.

Del otro lado, la candidata correísta Luisa González señaló en el debate que reconocerá al dictador venezolano Nicolás Maduro y su política exterior es más cercana al llamado “eje del mal” (Rusia, Irán, Bielorrusia) y los países “socialistas del siglo XXI” (Venezuela, Cuba, Nicaragua). (O)