La expresión es conocida, deja en firme lo que se dijo. Puede generar interrogantes, Uno sería ¿qué es lo dicho?, porque su sola mención puede hacer que cada uno, de los que se supone lo saben, tenga una versión diferente.

En el discurso de posesión, el 23 de noviembre de 2023, el presidente Daniel Noboa expresó ser solo “pro-Ecuador”. Se lo citó como “anti-nada”, al decir que no asumía “odios ni rencillas”. Había precedido el acuerdo para la integración y la operación de la Asamblea, con el correato y con el PSC, por lo que se interpretó que el acuerdo involucraba bastante más que la distribución de dignidades y comisiones –controlando el correato las que políticamente podría direccionar– y las leyes urgentes cuyos proyectos presentaría Noboa.

La conjura

Se supuso que “el plato fuerte” era conseguir lo que se ha calificado como impunidad vía reformas legales, actuaciones o decisiones de la Asamblea, en beneficio de Rafael Correa y sus cuadros de gobierno.

Antes habría “piqueos”.

Lo inmediato que demandó la bancada del correato fue suspender la posesión de Mauricio Torres como contralor, cuya designación fue resultado de concurso con decenas de participantes, suspensión que supuestamente debía ser hasta que concluya un proceso de fiscalización del concurso, bajo la tacha que este se había dado inobservando “los principios de transparencia y seguridad jurídica que tanto exige la ciudadanía en el actuar de la Asamblea Nacional”. Eran los momentos en que Wilman Terán y otros procesados y mencionados en el caso Metástasis –el más sonado, hasta ahora, sobre espacios controlados por el “narco-poder” y sus vínculos políticos– se imponía en el Consejo de la Judicatura. La Contraloría habría podido ser un espacio más que controlen. Ni el PSC ni otros sectores de la Asamblea se allanaron a la pretensión de que no se posesione Mauricio Torres.

Para entenderse

Otro “piqueo”, deseado como bocato di cardinale, ha sido la salida, vía juicio político, de la fiscal general, Diana Salazar. La adhesión nacional a la gestión de la doctora Salazar hasta ahora tiene frustrada a esa petición. En las investigaciones no se amilanó y el Gobierno la ha respaldado. El soplo del expresidente Correa de información obtenida en la investigación de Metástasis fue inadmisible y la Fiscal lo denunció.

Noboa y la doctora Salazar son los actores públicos mejor calificados por la ciudadanía en encuestas y sondeos de opinión.

Y se alistó el “plato fuerte”. Vía reformas al Código Orgánico Integral Penal, de agache, pasaron textos inadmisibles al pleno. La alarma de la fiscal Salazar evidenció lo que estaba de agache como la posibilidad de la multiplicación del “soplo” sobre investigaciones fiscales, cuando se reafirmaba su secreto y reserva, pero no ante requerimientos de otras entidades del sector público, como la Asamblea con su pluralidad de integrantes, y que pronunciamientos de instancias internacionales, no necesariamente fallos, estén sobre sentencias ejecutoriadas en firme en el Ecuador. Parecería que no pasará el “plato fuerte”.

¿Habilidad de Noboa aquello de no odios ni rencillas, y la imagen de “anti–nada”, que le permite avanzar? (O)