La quema de años viejos es una práctica cultural que se realiza en Ecuador como parte de las celebraciones de fin de año. Aunque para algunas personas puede ser una tradición divertida y llena de buenos augurios deben conocer que no lo es. Es una tradición negativa que ayuda a la contaminación del aire. La quema de materiales como plástico, cartón y otros objetos utilizados en la construcción de los años viejos libera sustancias tóxicas que contribuyen a la contaminación atmosférica.
Fomenta el riesgo de incendios no controlados: si la quema no se realiza de manera segura y controlada existe el riesgo de que se desencadenen incendios no deseados que pueden poner en peligro a personas, propiedades y medioambiente circundante. La inhalación de humo generado por la quema de materiales puede tener efectos negativos en la salud respiratoria de las personas, especialmente en aquellos con condiciones preexistentes como asma u otras enfermedades pulmonares.
El ruido y la luz generados por la quema de fuegos artificiales y la práctica de quemar objetos pueden causar estrés y ansiedad extrema en los animales, tanto en mascotas como animales salvajes. Adicionalmente la quema de objetos conlleva la generación de residuos que si no se manejan adecuadamente puede contribuir a la acumulación de basura y afectar el entorno.
(...) podemos contribuir a la construcción de una comunidad más consciente, comprometida y respetuosa.
Por lo que considero importante que se deben abordar estas prácticas como negativas, algunas comunidades han optado por regular o desalentar la quema de “años viejos”, fomentando alternativas más seguras y respetuosas con el medioambiente para celebrar la llegada del nuevo año. Es importante concienciar en los impactos negativos de estas prácticas y buscar formas de celebrar las festividades de manera responsable y sostenible. Por ejemplo, en lugar de centrarse en la quema de objetos, se pueden organizar actividades comunitarias que fomenten la participación de las personas. Pueden ser eventos deportivos, conciertos, espectáculos, ferias o incluso actividades solidarias que beneficien a la comunidad.
En lugar de quemar materiales contaminantes, promovamos una celebración diferente, puede ser ecológica, invitando a la comunidad a participar en la limpieza de áreas locales, plantación de árboles o proyectos de embellecimiento ambiental.
Con un cielo multicolor, miles de personas recibieron el 2024 en Salinas
Desde la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, en 2023 organizamos eventos donde las personas comparten sus logros, aprendizajes y aspiraciones para el futuro. Aunque hemos promovido eventos culturales y artísticos que destacan la diversidad y la creatividad de la comunidad, aún faltan más proyectos e instituciones comprometidas que apoyen nuestras iniciativas de cambio a prácticas positivas.
Los invito a recordar que el objetivo es crear una celebración que promueva la unidad, la responsabilidad, el respeto por el entorno y las personas sensibles a ruidos fuertes. Solo al cambiar las tradiciones hacia prácticas más sostenibles y significativas podemos contribuir a la construcción de una comunidad más consciente, comprometida y respetuosa. (O)