La Comisión del Derecho al Trabajo y la Seguridad Social de la Asamblea Nacional, el pasado 18 de abril, aprobó el informe para primer debate del proyecto de Ley Reformatoria al Código del Trabajo, en el cual se propone, entre otros, que los trabajadores del sector privado tengan derecho a gozar anualmente de un período ininterrumpido de treinta días de descanso, incluidas las jornadas no laborables.

Los trabajadores, en el Ecuador, que constituyen uno de los componentes más importantes para el desarrollo del comercio y la industria, sin cuyo concurso no habría lugar al funcionamiento de las empresas, merecen, desde luego, todo el apoyo que se les pueda brindar a fin de que haya un equilibrio en la relación obrero-patronal.

Por ello, gozan de dos salarios adicionales anuales, fondos de reserva a partir del segundo año, participación en las utilidades de la compañía, aportes al IESS, para que sean atendidos en su salud y muchas prestaciones más que ofrece el Instituto, jubilación patronal -aparte de la que se obtiene de dicho organismo-, vacaciones anuales de 15 días, más ciertos días de descanso por enfermedad o paternidad. Es la razón por la cual muchos extranjeros quisieran laborar aquí, porque esas ventajas no se ofrecen en otros lugares.

Reducir la jornada laboral y tener más vacaciones, tendencia que toma fuerza en América Latina

Algunos sectores, tanto de empresarios, como de los propios empleados, han expresado su inconformidad con este proyecto porque se lo considera inoportuno dadas las condiciones precarias, de bajo empleo y de poca inversión y producción que vive el país.

De aprobarse esta reforma, aumentarían los costos de producción, bajarían las utilidades de las cuales participan también los trabajadores, se reduciría la tasa de empleo -que de por sí es precaria, porque tenemos cinco millones de desempleados- y los patronos preferirían hacer una restricción en la contratación de personal, a fin de no afectar el negocio y las ventas; no habría incentivo para la actividad productiva, que de por sí, actualmente, es escasa, y esto agravaría más la situación, porque el incremento de los precios afectaría directamente a la clase laboral, consumidora de bienes y servicios.

Las reformas legales deben darse dentro de un análisis global, tendiendo siempre a mejorar... la economía del país...

Además de los efectos negativos en la economía, contratar un suplente para esos 15 días adicionales, que reúna las mismas características y tenga los conocimientos y experiencia suficientes que posee el empleado de planta, es muy difícil, lo cual conllevaría un retraso en el rendimiento y calidad de los servicios.

Pensando en más feriado

No olvidemos tampoco que el propio Código del Trabajo, en el art. 69, otorga al trabajador, a partir del quinto año de su ingreso a la empresa, un día más de vacaciones por cada año transcurrido o se le paga en dinero el sueldo de los días excedentes, percibiendo, además, por adelantado, la remuneración correspondiente al período de vacaciones.

Las reformas legales deben darse dentro de un análisis global, tendiendo siempre a mejorar, en este caso, la economía del país, pero no a provocar la estampida de los inversionistas o su abstención a poner sus recursos en el Ecuador, que tanto necesita. Mientras más lejos estén los capitales, más cerca estamos de la miseria. (O)