La derivación de pacientes de un centro de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a uno privado está contemplada cuando no hay espacio (camas) en la casa asistencial o se determina que el afiliado requiere tratamiento especializado. Es recurrente en casos de cáncer, insuficiencia renal o algún tipo particular de cirugías.
¿Qué pasa en las situaciones de emergencia, cuando un afiliado o un jubilado no alcanza a llegar a un hospital del IESS? Hay hasta 72 horas para notificar al IESS de un ingreso a una clínica privada y solicitar la cobertura de salud, según una publicación en la página web.
Es una normativa establecida por el Ministerio de Salud Pública (MSP) que aplica “en casos de emergencia, en los que está comprometida la vida de un paciente, es decir, cuando hay alto riesgo de muerte”.
Publicidad
Este 1 de octubre se publicó la historia de Alejandra Chicaiza, de 65 años, que tras sufrir un infarto cerebral en Quito fue trasladada a un hospital del IESS pero, según su familia, no la podían recibir pues no tenían ni tomógrafo ni anticoagulantes. Así, decidieron llevarla a una clínica privada, donde su cuenta del 27 al 29 de septiembre ascendía a 30.000 dólares y la administración le negaba un documento que se debe entregar a la Dirección Provincial de Salud del Instituto de Seguridad para que se haga cargo de los costos.
De la misma negativa de una clínica privada, en Guayaquil, se quejó la semana anterior una mujer que alumbró a su hijo prematuramente y el niño requirió cuidados especiales.
Estos casos se han conocido por redes sociales y medios de comunicación, y el IESS se ha hecho presente para buscar solución, pero debe ser obligatorio que se faciliten los trámites en todos los niveles. Los hospitales del IESS se están equipando para recibir a afiliados y jubilados y deben ser la primera opción. Esto no quita que, por la alta demanda y necesidades especiales, se requieran derivaciones, ni que no haya emergencias. Ante estas, debe ofrecerse agilidad y no aumentar el martirio que ya implica una enfermedad. (O)