La evolución de las sociedades marcha a diferente ritmo a través del tiempo. Los procesos para cambiar situaciones injustas no siempre van a la velocidad pretendida y, en ocasiones, incluso suele haber retrocesos. También es conocido que algunas situaciones que debieran avergonzar a la humanidad no logran ser erradicadas.

El miércoles se difundió el Informe Global de Brecha de Género 2022, estudio que se elabora de manera anual desde hace 16 años. En algunos ambientes hay resistencia a la sola referencia de la búsqueda de paridad de género, la que tiene que ver con lograr igualdad para hombres y mujeres en: oportunidad y participación económica, logro educativo, salud y supervivencia, y empoderamiento político.

En estos tiempos, la familia promedio no es capaz de cubrir las necesidades de sus integrantes si solo cuenta con un proveedor. Eso lleva a que se aspire a que hijos e hijas se preparen para obtener un trabajo o emprender un negocio.

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Los recursos que se invierten en la preparación de los hijos no varían si se trata de un varón o de una mujer; pero por la brecha salarial existente, los sueldos que reciben hombres y mujeres sí difieren dependiendo del género. Si la mayoría de los ciudadanos se dieran cuenta de ello, impulsarían un cambio más acelerado en la búsqueda de conseguir la igualdad de oportunidades entre géneros, y sus descendientes serían beneficiados.

En los 146 países cubiertos por el índice de 2022, la brecha de género en salud y supervivencia se ha cerrado en un 95,8 %, el logro educativo en un 94,4 %, la participación económica y las oportunidades en un 60,3 % y el empoderamiento político en un 22 %.

El informe señala que a medida que las crisis se agravan, los resultados de la fuerza laboral de las mujeres se ven afectados y el riesgo de que la paridad de género mundial retroceda se intensifica aún más, por lo que se prevé que al ritmo que vamos tomará otros 132 años cerrar la brecha. Por lo tanto, también se debe procurar tener estabilidad. (O)

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