En el oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) hubo algarabía tras la designación de Niels Olsen como presidente de la Asamblea Nacional. El mandatario Daniel Noboa felicitó a su coideario y habló de una oportunidad histórica de darle gobernabilidad al Ecuador.
En su discurso al tomar el timón del Legislativo, Niels Olsen dijo que llegaba para construir y no para dividir. Con el característico entusiasmo que ha mostrado en cargos públicos desempeñados antes, como ministro de Turismo de Guillermo Lasso y Daniel Noboa, el funcionario se declaró convencido de poder hacer distinto las cosas en esta función del Estado.
¿Quién es Niels Olsen Peet, nuevo presidente de la Asamblea Nacional?
Igual de joven que el presidente de la República, ambos de 37 de años, coincide con él en que “esta es una oportunidad única, y una inmensa responsabilidad”.
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Y, efectivamente, ellos tienen en sus manos las dos principales funciones del Estado y la oportunidad de oro de ofrecer mejores días a Ecuador.
Los compromisos adquiridos por Niels Olsen no pueden quedar en el discurso. Él, como todo el oficialismo, ha mencionado como primer punto la unidad: gobernar no es ganar, sino unir a tiempo. Porque un país dividido no avanza, se desgasta, preciso este 14 de mayo.
La oferta de unidad no la podrá concretar solo; requiere de la voluntad de su partido, del presidente y de la apertura de la oposición para dialogar y aprobar las leyes que el país requiere. El bienestar de la sociedad no puede depender de intereses ideológicos o personales. Hay tanto por resolver que los pretextos para actuar quedarán sobrando.
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La coherencia, el sentido común, la madurez política deben ser la bandera de los 151 miembros de la Asamblea Nacional. La imposición y la oposición sin argumentos no tienen cabida en momentos en que Ecuador aboga por soluciones a la inseguridad, desempleo, crisis económica, amenazas ambiental, energética y otras.
El compromiso adquirido este 14 de mayo no solo es de Niels Olsen: es de los 151 asambleístas y del Ejecutivo también. (O)