En los logros cotidianos y las metas de mediano plazo se afianza mayormente el progreso de la gente. El ciudadano común se plantea retos cada tanto y los cumple, con esfuerzo, en la medida de sus posibilidades. Por eso aprecia lo que representa un peldaño conquistado, que constituye la recompensa y el estímulo para seguir en la búsqueda de otra oportunidad.

Cuando nuevas oportunidades surgen con propuestas que desafían lo habitual, pueden percibirse como un incentivo redoblado. Esa parece ser la causa que ha motivado a que 400 mujeres se postulen para obtener los cupos que ofrece la escuela profesional femenina para conducción de transporte pesado, lo que sin duda constituye una buena noticia.

El curso tendrá 12 módulos con aspectos técnicos, mecánicos, electrónicos, manejo de instrumentación, además de las horas de prácticas con camiones tipo dumpers y mixer, retroexcavadoras y volquetas.

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La escuela, que ya ha formado a 65 mujeres en la zona oriental, ahora amplía su oferta a la regional Costa de la Universidad Particular de Loja, impulsada con la firma de un acuerdo con las empresas Holcim y Nirsa, la UTPL y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) - Mujeres.

Ana Elena Badilla, representante de ONU-Mujeres, durante la presentación de la iniciativa que se realizó el pasado miércoles expuso, con base en estadísticas, los argumentos que llevan a promover este tipo de oportunidades para las mujeres, sobre todo en áreas no tradicionales.

Uno de los fines que se persiguen es que se reduzca la brecha salarial que afecta a las mujeres. Tal realidad debe superarse por justicia y por lógica, ya que la inversión en educación, así como las horas laboradas no hacen distinción de género. Los hogares se nutren tanto del aporte de los hombres como del de las mujeres, y no son pocos los casos en los que el sustento corre a cargo de una mujer. En esa línea, se deben procurar fondos para promover que cada vez más niñas y mujeres accedan a las ciencias, tecnología, ingenierías y actividades innovadoras. (O)