En el último año 250.000 migrantes cruzaron el desierto del Darién. Autoridades migratorias de Panamá sostienen que después de la haitiana, la ecuatoriana es la segunda nacionalidad que más está usando este paso irregular. Al menos 29.000 compatriotas lo utilizaron con el objetivo de llegar a los Estados Unidos.

Blas Núñez-Neto, subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, confirmó el 16 de febrero que se está viendo cómo crece el uso de esta ruta, pero también reveló que Ecuador se encuentra entre los países con más vuelos de migrantes que han sido deportados de territorio estadounidense por entrar en condición ilegal.

Intentar cruzar fronteras de manera irregular implica riesgos enormes. El pasado 15 de febrero un bus con al menos 66 personas a bordo cayó por un abismo a unos 50 kilómetros de Costa Rica. Hubo 41 muertos. La Cancillería de Ecuador reportó once ecuatorianos desaparecidos y once heridos en este accidente.

Publicidad

También conocida como el Tapón del Darién, en la ruta migrante hacia los Estados Unidos se denuncian saqueos, robos y violaciones. Desde Colombia a Panamá, cruzarlo puede tomar hasta diez días. Es una zona selvática, de bosque, montaña y áreas pantanosas que algunos migrantes han comparado con el infierno. No obstante, pagan hasta 20.000 dólares a traficantes de migrantes que ofrecen ponerlos en los Estados Unidos cruzando Centroamérica y Sudamérica.

En los países de paso las leyes contra el mercado de seres humanos parecen quedar en el papel o ser ineficientes. Es necesario que los Gobiernos se activen para que el tráfico de migrantes se frene o se convierten en cómplices de estos ilícitos. Los países de origen son responsables de crear oportunidades y atacar los motivos que llevan a una persona a dejar su país aun conscientes de los peligros que enfrentarán. Poner en riesgo la vida en busca de lo que creen un mejor futuro habla de angustias que no se pueden ignorar. (O)