Fanático del jiu-jitsu brasileño, el chef estadounidense Anthony Bourdain incluyó dentro de sus recorridos gastronómicos a Ecuador. En noviembre del 2008, varias ciudades de la Costa y Sierra ecuatoriana fueron destinos en los que a través de personajes locales conocía y degustaba su comida típica más representativa o excéntrica.

El actor Andrés Crespo fue uno de sus anfitriones. En Puerto López (Manabí) se conocieron por primera vez. Contactado por una productora local para el programa que entonces conducía el extranjero, No Reservations (Sin reservas), de Travel Channel.

“Comenzamos el recorrido en López, comimos en el mercado de Puerto López, cebiches, de ahí nos fuimos a comer cebiche de spondylus y percebes en otro restaurante en la esquina de Salango”, cuenta el guayaquileño. Durante su estadía también lo acompañó a Manglaralto (en Santa Elena), al restaurante La Calderada, que entonces dirigía Isabel Pérez y que abrió sus puertas en 1990 en dicho balneario.

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“Él disfrutó de todo lo que comió, lo que había en el camino, su trabajo era descubrir lo bueno de alguna manera y contrastarlo con lo que había en cada sitio, era una persona muy realista pero igual creo que era un poco tenso para él. Me pareció que había como una paradoja ser una persona que encontraba el placer en todos lados y a la vez ser una persona crítica e inteligente de lo que es la vida en general”, agrega Crespo.

Mora del Campo, actual propietaria del restaurante La Calderada, instalado desde mayo del 2017 en Cuenca, también compartió con Bourdain cuando visitó el país. “Lo conocimos cuando mi madre dirigía el restaurante. Un mes antes llegó la producción del programa, pidieron unos platos y después de probarlos nos preguntaron si queríamos aparecer en el programa”, cuenta. Ella recuerda que en esa visita, Bourdain y Crespo probaron calderada, guiso de mariscos que se cocina en una base de cerveza, pan, azafrán y aceite de oliva; y un colonche, guiso de pescado y camarón en salsa de maní que se sirve sobre patacones.

Angélica Cujilán, propietaria de la picantería El Pez Volador, en Guayaquil (Aguirre y Esmeraldas), asegura que su éxito se lo debe a Bourdain. “Gracias a él me tomaron en cuenta para participar en Raíces, en el que quedé en el primer lugar (2014). Desde que él me visitó me llegó la suerte y los chefs de acá se fijaron en mi pequeño negocio”, dice. Para su participación en la feria culinaria, ella llevó la gigantografía en la que aparecía junto a Bourdain, quien comió encebollado mixto, que tenía en su negocio y que afirma volverá a colocarla en su local. (I)