El director ganador de Óscar Sam Mendes estrenó su nuevo proyecto artístico tras la aclamada cinta Skyfall, una versión musical de Charlie y la fábrica de chocolate.

El musical dirigido por Mendes, basado en la novela infantil de Roald Dahl —adaptada en dos películas— tuvo una recepción entusiasta en su estreno el pasado martes en el Teatro Royal Drury Lane de Londres.

Las reseñas previas fueron positivas. La obra tiene canciones nuevas del dúo de Hairspray, Marc Shaiman y Scott Wittman, así como las extravagantes escenografías y vestuarios de Mark Thompson diseñados para dar vida a una fábrica de dulces mágica dirigida por el estrafalario Willy Wonka.

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Thompson usó su bolsa de trucos empleando desde animación a proyecciones de sombras y los admiradores del libro podrán encontrar gran parte de la fantasía visual del libro en el escenario, desde la cascada de chocolate de la fábrica al ascensor de cristal de Wonka.

Los productores esperan que Charlie y la fábrica de chocolate —que se presentará hasta mayo del 2014— iguale el éxito de Mendes en la pantalla grande con la historia de James Bond.