El artista Fernando Botero, famoso por sus pinturas y esculturas de formas voluptuosas y por ofrecer su obra para engalanar espacios públicos, inauguró el pasado viernes en su natal Medellín, segunda ciudad de Colombia, un Tren de la Cultura sobre su último trabajo, dedicado al circo.

Botero, quien reside entre Italia y Nueva York, regresó a su tierra para promocionar por primera vez en Sudamérica su exhibición, una colección de 32 óleos y 20 dibujos inspirados en la escena circense, que abre hoy en el Museo de Antioquia, en el centro de la ciudad.

Como parte de un programa cultural del Metro de Medellín, el servicio de transporte público de la capital antioqueña, el “maestro” de 81 años viajó en un tren decorado con réplicas de su obra dentro del vagón y con su nombre y firma fuera.

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El circo, una serie que Botero creó tras encontrarse con un circo popular en México y rememorar sus propias experiencias con animales, acróbatas y payasos en los años 1930, sigue a su muestra Abu Ghraib, sobre los carceleros de la prisión estadounidense en Iraq.

“Esa fue una exposición (con) una temática tan difícil que al maestro esto lo vuelve como a la infancia. Yo creo que es una exposición que a todos nos gusta, a los niños, a los adultos, tiene todos esos recuerdos de los circos de pueblo”, dijo Ana Piedad Jaramillo, directora del Museo de Antioquia.

Acompañado de autoridades y periodistas y con su tercera esposa, la artista griega Sophia Vari, Botero viajó de ida y vuelta hasta El Poblado desde la estación de metro Parque Berrío, la más cercana al Museo de Antioquia y a la Plaza Botero, de las que es un reconocido mecenas.

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“Gracias, maestro, gracias”, le gritaban quienes, sorprendidos, se encontraron con Botero durante su paseo al museo, hasta donde se trasladó luego, a pie y en medio de fuertes medidas de seguridad, para supervisar la instalación de la muestra El circo, que estará abierta al público hasta el 17 de mayo.

Botero, que había dicho a Jaramillo sentirse “abrumado” por tanto homenaje, no dio declaraciones. No es la primera vez que el Metro de Medellín honra al “maestro”, uno de los artistas vivos más famosos de América Latina, autor de más de 3.000 cuadros y 300 esculturas.

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Verdadera galería de arte urbano, el Metro lanzó el primer Tren de la Cultura con la firma de Botero en el 2000 y el 2012, pinturas de su obra Vía Crucis se pudieron ver en vagones dedicados al artista. (F)