Un artículo de la Escuela de Salud Pública de Harvard (en Estados Unidos) explica que las personas extremadamente sensibles a la comida picante son unos “supergustadores”, según una publicación del diario El País de España.

“Estos supergustadores son extremadamente sensibles a lo amargo por lo que tienden a comer menos verdura, y tienen más receptores del dolor asociados al sabor, por lo que el picante les hace sufrir más”, indica el científico Guy Crosby, responsable del artículo.

La nota añade que estos “privilegiados”, sobre todo las mujeres, “además tienen una menor preferencia por los alimentos dulces o altos en grasas, un índice de masa corporal más bajo y mejor perfil cardiovascular. No les suele gustar el alcohol y son menos propensos al vicio del cigarrillo”. También tienen más papilas gustativas visibles para el sabor amargo.

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“Lo que sentimos al comer se forma por la unión de lo que paladeamos y olemos”, concluye el estudio ‘Neurogastronomy-How the brain creates flavor and why it matters’. (I)